La fortuna secreta de Emilio Botín, presidente de Banco Santander, ha sido esta semana protagonista en las páginas del periódico estadounidense New York Times. Sin justificación de novedad alguna de por medio, el diario de la Gran Manzana ha publicado un extenso reportaje a cerca de la controvertida cuenta secreta que Emilio Botín tiene en Suiza, y que fue heredada de su padre.
El artículo recuerda que este hombre, conocido por ser muy recto y exigente con las inversiones de sus propios empleados, no tiene ningún reparo en mantener una cuenta que su padre abrió en Suiza tras exiliarse de España en la Guerra Civil. Los periodistas Landon Thomas Jr., y Raphael Minder hacen un repaso histórico por el descubrimiento de esta cuenta, como motivo de la filtración de documentos que realizó hace un año un ex empleado del HSBC. Muchos millonarios fueron descubiertos, Botín entre ellos, y como él la gran mayoría aceptó pagar una multa de 200 millones de euros, para esquivar cargos de evasión fiscal.
Aún así, la cantidad podría no ser suficiente por lo que recuerdan que los tribunales españoles están investigación judicial continua y según advierte el New York Times puede poner incluso en peligro el control de Banco Santander por parte de la familia Botín. Al parecer, los Botín no estarían facilitando esa investigación ya que han entregado de forma burda y sin ningún tipo de clasificación la documentación que les han solicitado los jueces, e incluso «se están planteando una posible demanda penal por falsificación de documentos», asegura el diario. Frente a ello, el abogado de Botín aseguró que ningún miembro de la familia había sido ni siquiera reprimido por mala conducta.
Le reprochan, los periodistas del NYT a Botín que no hay participado en las demandas que piden más impuestos para los ricos como están haciendo los más importantes millonarios tanto en EEUU como en otros países como Francia, sobre todo teniendo en cuenta la complicada situación fiscal que está atravesando España. Y no sólo sino que se ha manifestado en contra de la reimplantación del Impuesto de Patrimonio que tiene como objetivo recaudar 1.800 millones de euros.
El artículo está acompañado de las declaraciones de uno de los mayores enemigos de Botín, el abogado Antonio Panea, que le ha demandado en continuas ocasiones y que asegura que «Santander no sólo es demasiado grande para quebrar, pero también es la mejor imagen de marca corporativa que tiene España – nadie así en el gobierno, el poder judicial o en otro lugar es cada vez va a cuestionar seriamente lo que hacen», aseguró. O de otras de periodistas españoles que aseguran que el poder del banco está directamente relacionado con el gran desembolso en publicidad que realiza, motivo por el cual ningún medio de comunicación se atreve a criticarle abiertamente.
Nada de lo que recoge el periódico suena nuevo en los oídos de los españoles, esto unido a la falta de justificación de la noticia ha hecho a más de un bloguero e internauta a cuestionarse ¿qué hay detrás de esta descarnada crítica?
La verdad es simple.
Si una explicación no es simple, entonces seguro que no es verdad.