El Gobierno ha lanzado el denominado Plan Extraordinario de Infraestructuras que supondrá invertir en colaboración con la iniciativa privada 17.000 millones de euros durante dos años (2010-2011). Este programa tendrá como objetivo la construcción de líneas ferroviarias de Alta Velocidad (AVE) y de carreteras.
Según se ha difinido, el 70% de la inversión se destinará al ferrocarril, mientras que el 30% restante irá a las carreteras. Además, el 65% corresponderá a obra nueva, mientras que el resto, a trabajos de conservación y mantenimiento.
Este plan se desarrollará en colaboración entre el sector público y el privado, y su presupuesto equivale a un 1,7% del PIB.
Según el presidente del Gobiertno, este plan está diseñado para que el Estado no tenga que aportar importe alguno hasta 2014, fecha en que está previsto que comiencen a ponerse en servicio los proyectos. Este hecho y el sistema concesional por el que se contratarán las obras evitará que la inversión compute en déficit.
Por lo tanto, las constructoras y entidades financieras privadas como también el BEI y el ICO se encargarán de adelantar la inversión para construir las infraestructuras, que empezarán a licitarse en la segunda mitad de este año.
La metodología de la devolución de los fondos la llevará a cabo el Gobierno mediante el pago de un canon anual durante 30 años en el caso de proyectos de carreteras y de 25 años en los ferroviarios. Para estos últimos, se adelantará la mitad del importe total en la fase de construcción.