Siete meses y siete días. No es una condena penal, tampoco el último estreno literario o cinematográfico. Es el sorprendente breve espacio temporal que va entre la noticia del nacimiento del Banco Evo y la de que se liquida o se «vende». Todo un ejemplo de la chapucera re-estructuración financiera que se está desarrollando en España.
Todo comenzó cuando, allá por el mes de marzo, Cesar González Ruano, consejero delegado de Novagalicia Banco, se acordó de lo aprendido en su etapa como máximo directivo de ING Direct y decidió repetir la estrategia. En lugar del «fress banking» acuñó un nuevo lema «la banca inteligente» y lanzó Evo Bank. El objetivo era el mismo que el del fress banking: captar pasivo; es decir, atraer el ahorro de los españolitos. En plena crisis estaba claro que no lo iba a tener fácil. Pero se lo curró al más puro estilo del banco naranja. Lanzó una cuenta doble que por un lado devolvía el 1% de los recibos domiciliados en la cuenta nómina y, por otro, ofrecía un tipo de interés del 3% (más de dos puntos por encima del precio oficial del dinero) para lo ahorrado. Además, alardeaba de no aplicar ninguna comisión, ni siquiera por sacar de cualquier cajero fuera de la red que fuera.
Novagalicia Banco se gastó, nada menos, que tres millones de euros en lanzar una potentísima campaña de imagen para cambiar la cara de las 120 oficinas que las cajas gallegas tenían en 69 ciudades españolas fuera de su territorio de influencia. La imagen de Evo fue estudiada en las escuelas de diseño, de ella se decía: «adaptada al ritmo de la sociedad actual y a los conceptos básicos necesarios en tiempos de crisis para el consumidor: honestidad y transparencia».
Pero la realidad es que esa transparencia brillaba por su ausencia. Nada decía la campaña de imagen de la vinculación de Evo Bank con Novagalicia Banco y sus problemas financieros. No se advertía a los clientes que estaban depositando su dinero en una entidad rescatada y con riesgo de liquidación inminente. Pero más allá de eso, no se informaba de que Evo Bank, no tenía ficha como tal banco en el Banco de España, un requisito que, en principio, es indispensable para operar en España. No lo dijo nadie ni en Evo Bank, ni tampoco el Banco de España.
La realidad es que no se trataba de un nuevo banco, como querían hacer creer a los clientes, sino de camuflar una entidad con demasiados problemas financieros como para ganarse la confianza y captar el dinero de los ahorradores españoles. Evo Bank es la marca que Novagalicia Banco eligió para operar fuera de su territorio de influencia, es decir fuera de: Galicia, Asturias y León. Por un lado, porque en esos territorios ya tenía el 42% de la cuota de mercado. Por otro, porque Novagalicia Banco era la nueva marca de Novacaixa Galicia, resultado de la fusión de las dos cajas gallegas de toda la vida: Caixa Galicia y Caixa Nova.
Una nueva imagen como Evo Bank que le desligaba de la mala prensa que se había granjeado con la fusión, influida por las presiones políticas del Gobierno del Alberto Nuñez Fejió, de las cajas gallegas. Además, ponía distancia de la situación financiera en el que se encontraba realmente la entidad Novagalicia Banco. Rescatada públicamente, en manos del Fondo de Rescate Ordenado de la banca (FROB)con una inyección de dinero público de 2.465 millones de euros y con la espada de Damocles pendiente de tener que captar inversores privados que asuman el 90% antes de octubre de 2012. Es decir, justo siete meses después del espectacular lanzamiento. O sea justo ahora, en octubre, en el mismo momento en que han surgido los rumores de que los propietarios del banco querían liquidarlo aunque ,según la versión oficial, se asegura otra cosa. Fuentes del banco que preside José María Castellano confirmaban la semana pasada a Europa Press que Evo Bank «ha despertado el interés de varios operadores, por lo que la entidad está dispuesta a estudiar su venta».
También fuentes del banco, en concreto José Luis Abelleira, director general de EVO, asegura en marzo que «si estuviéramos convencidos de que se iba a producir una subasta, no estaríamos lanzando este proyecto. Es un proyecto de futuro». Le falto decir que se refería a un futuro demasiado próximo. Porque en estos siete meses, la situación en lugar de mejorar ha empeorado y según la evaluación de Oliver Wyman las actuales necesidades de capital ascenderían a más de 7.100 millones de euros en un escenario adverso.
Mi experiencia con EVO BANCO ha sido mala, muy mala. Me siento estafado económica y humanamente.
No es nada recomendable, ¡¡¡¡NADA RECOMENDABLE!!!!
SEÑOR directivo el cual me realizó la contratación de cuenta usted se le olvidó las tarjetas y más com consultare que es de cosa dd contar y no creer que te realizan una contratación y ya se fue depositado el dinero y que no soi magica que llevava ustede de que ahunm no me han llegado y colopsal de que depositaron en realidad com la cuenta y contraseña y que haré me la imagino oh ke devo realizar y me puedes facilitar por lo menos una banca on-line de ke me una tarjeta de las dd uso en el móvil de que mientras se me realicen en ke es urgente y que como saco retiros y yo situación que ah desesperó no lo siguiente es que será real y ke ya tengo el contrato firmado y todo lo que se me urge usted que dinero preso en banco es un caso ponga se urgente y si claro me facilite los números y la contraseña de que se me congela la sangre y se me calienta el alma de que me urge y para hoy señor ke cosa No? YO ODEIZA ALMEIDA NÚMERO DE TARJETA Y0488607-D Y SI CLMO PUDO PASSAR ESSO?UN INDICAROVO CÓMO PUEDO REALIZAR. MI CUENTA Y RS DE CREDITO Y DEBITO EN ESPERÁ