El Parlamento Europeo dio a conocer una noticia que no pasó desapercibida en todos los medios de comunicación: cada eurodiputado dispondrá de un iPad a partir del 28 de mayo. Esto supondrá un desembolso de cercano al medio millón de euros de euros para adquirir un total de 736 aparatos -se estima que su precio rondará los 590 euros-.
La medida, que se enmarca dentro de los esfuerzos del Parlamento Europeo para modernizar, mejorar la movilidad y recortar el gasto energético, no ha tardado en levantar polémica. En teoría, la adquisición servirá para que los eurodiputados dejen atrás sus PC, la mayoría anticuados y con Windows 2003 como sistema operativo. Esta es la explicación que ha dado el seretario General del Parlamento EuropeoKlaus Welle, impulsor de la idea, que recuerda que “la mayoría de los eurodiputados ya tienen iPhone y están muy contentos con él. El PC era bueno hace tiempo, pero el iPad es ya mucho mejor”.
Como es lógico, no han faltado quienes critican la medida al considerarla una compra innecesaria y prescindible. En cualquier caso, la aproximación más correcta quizás sea la de Cristina Garmendia. La ministra de Ciencia y Tecnología aseguró que le gustaría que esta compra fuese una inversión y no un gasto, aunque puntualizó que todo dependerá del uso que hagan de él los diputados -sobre quienes expresó su confianza en demostrar la suficiente madurez para aprovechar las capacidades del iPad-.
En esas declaraciones es donde queda patente el pasado empresarial de Garmendia, ya que en el fondo el gasto de casi 500.000 euros será o no positivo si con el iPad realmente aumenta la productividad de los eurodiputados -otra cosa es cómo medirla- y se avanza en el plan de modernización y mejora de la conectividad en el Parlamento Europeo, así como en el de recorte del gasto en administración y documentación impresa (el iPad sí puede servir a este propósito).
Y es que en el fondo el debate que plantea la compra de los iPad es al que se enfrenta cualquier empresa cuando hace una compra de carácter más estratégico que productivo. Es decir, la compra de una máquina que ayude a mejorar la producción siempre será una inversión, pero no ocurrirá lo mismo, por ejemplo, con un cambio CRM o el ERP o la modernización de los equipos informáticos si estos no forman parte esencial de la actividad de la empresa.
Hay que tener clara la diferencia entre gasto e inversión. Desde un punto de vista teórico, toda inversión es al mismo tiempo un gasto, con la salvedad de que esta última puede producir rendimientos futuros. Es decir, un gasto se limita a restar capital de la empresa -un capital que no se recupera-, mientras que una inversión también resta capital pero se espera que lo devuelva al cabo de cierto tiempo. Así, por ejemplo, el gasto en electricidad no genera riqueza para una corporación, pero el gasto en un ordenador sí puede hacerlo.
De todas formas la línea que separa el gasto de la inversión no siempre está clara y en ocasiones puede ser muy delgada. Todos hemos realizado importantes inversiones que el tiempo nos ha dejado claro que no eran más que un gasto. Al final todo dependerá del uso real que hagamos de esa inversión, aunque siempre conviene estudiar anticipadamente cada compra.
En el caso de los famosos iPad de los eurodiputados, está claro que se trata de una herramienta más enfocada al ocio que al trabajo y en ese sentido no es fácil justificar la adquisición. Sin embargo, también es cierto que su batería es más duradera, lo que incidirá en un recorte del gasto energético y que son más cómodos que un portátil para leer prensa y cualquier otro documento, lo que también debería ayudar a rebajar el gasto en papel. Por otro lado, también es verdad que no todos los eurodiputados están habituados a las nuevas tecnologías o simplemente al uso de internet, lo que también plantea dudas acerca de que todos deban contar con uno de ellos.
Una vez más, el tiempo dará o quitará la razón.
A mi me da que la inversion la tendra el señor Klaus Welle, seguro que algun vendedor de Apple ya le ha administrado un buen puñado de grasa, para que la maquinaria funcione bien.
Si no es por eso, mejor es el WeTab, con mas conexiones y el mismo precio, o mejor todavia y con la que esta cayendo, que no hagan ningun gasto hasta que vuelvan los numeros negros a todo el espectro economico-laboral, o sea, cuando la gente tenga trabajo y no se les recorten los sueldos por los gastos inutiles que han hecho sus señorias.