La Marca España pierde liderazgo en Latinoamérica a pasos de gigante

Bolivia ha dado un paso más en el éxodo que han iniciado las empresas españolas en Latinoamérica. El anuncio de la nacionalización por decreto de cuatro filiales de Iberdrola se suma a la salida de Repsol del capital de YPF en Argentina, o a las nacionalizaciones de Hugo Chávez en Venezuela. Desde que Morales accediera a la presidencia de Bolivia en 2006, se han nacionalizado los hidrocarburos (durante la anterior presidencia de Repsol), parte del servicio eléctrico en el que participaban la española REE, la francesa GDF Suez o la británica Rurelec. También ha sufrido la política nacionalizadora de Evo Morales la telefónica Entel, filial de Telecom Italia.

España, primer inversor en el cono sur, está dejando paso, vía expropiaciones a nuevos desembarcos de multinacionales chinas, rusas y estadounidenses. Desde los despachos de estrategia de las grandes empresas del Ibex, el asunto lo tienen claro desde hace años: hay que salir de las repúblicas populistas de Latinoamérica. Banco de Santander ha sido una de las empresas del Ibex que primero puso en práctica el plan. Vendió sus inversiones en Bolivia antes de que Morales decretase la primera nacionalización de los hidrocarburos. También consiguió negociar con el venezolano Chávez la venta de Banco de Venezuela.

BBVA se bate en retirada hace años de los tres polos de populismo que barre Hispanoamérica (Bolivia, Venezuela y Argentina) y el pasado 28 de diciembre anunció la venta de BBVA Horizonte, sociedad administradora de fondos de pensiones de Colombia. En agosto pasado, obtuvo 1,730 millones de dólares por la venta de su operadora de fondos de pensión al grupo financiero mexicano Banorte.

En México, Brasil y Chile, también soltamos lastre

Ni siquiera las democracias asentadas, aquéllas que aglutinaban las inversiones de las empresas españolas en Latinoamérica, como México, Brasil y Chile, están reteniendo el capital español.  La dudas que se han desencadenado en la ampliación de capital de la filial chilena de Endesa, Enersis, es el ejemplo más reciente de esta corriente. Lo mismo están haciendo Telefónica y Santander en Brasil y en México.

Ya sea vía expropiaciones, ya sea por necesidad de reducir endeudamiento, la Marca España está dejando paso en Latinoamérica. ¿A quién? En los países que pitan económicamente, al capital privado de otros países o fondos de inversión. En los regímenes populistas a consorcios chinos o rusos que buscan desesperadamente un hueco en el comercio mundial. El caso de Cristina Fernández Kirchner, con YPF, es revelador: un consorcio chino explotará los recursos del yacimiento encontrado en Vaca Muerta.

Y las expropiaciones seguirán afectando a las grandes empresas españolas por una razón muy evidente: la gran mayoría funciona a base de licencia administrativa. No tenemos industrias en Latinoamérica: tan sólo concesiones y servicios que dependen de unos estados empobrecidos por un populismo que ha basado su permanencia en el poder a base incrementar un déficit público que sus recursos naturales (es el caso de Venezuela) no pueden sufragar.

Las expropiaciones afectan a la Marca España

Evo Morales, el presidente boliviano, ha tomado el relevo a un enfermo Hugo Chávez en la enarbolación del estandarte populista de la revolución bolivariana. Puede que los analistas premien en sus recomendaciones a las empresas que están soltando lastre en Latinoamérica. Ha sido el caso de de Telefónica Brasil que ha vendido un total de 800 torres de telefonía móvil al grupo estadounidense SBA Communications por 133,2 millones de euros. También el de Banco Santander: la OPV de su filial mexicana Banco Santander México ha sido incluida entre las 10 salidas a Bolsa más importantes del año por volumen para Ersnt & Young, justo el año que han salido al mercado compañías como Facebook.

Sin embargo, la Marca España se resiente y, por mucho que se justifique, las compañías españolas están perdiendo base en el mercado latinoamericano. Algo que pasará factura, tarde o temprano, a los balances de nuestras mutinacionales. El populismo de Morales, Kirchner o Chávez está perdiendo la carrera de fondo con los regímenes socialdemócratas de Brasil, Chile o México. De cómo aguanten nuestras concesionarias los caprichos de esos Gobiernos dependerá su liderazgo en el cono sur. Eso lo saben también en sus consejos de administración por mucho que nos vendan lo contrario y minimicen los efectos de las expropiaciones.

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Imagen: http://www.flickr.com/photos/sebastian-baryli

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