La ausencia de noticias relevantes durante el fin de semana ha permitido que la prensa y los blogs económicos tuviesen tiempo de centrarse de nuevo en el análisis de la situación económica y las medidas del Gobierno para salir de la crisis. En este sentido hay dos elementos se están convirtiendo en el centro de todos los debates políticos: la cacareada reforma del mercado laboral sobre la que poco se sabe realmente y el IVA.
Sobre la primera todavía hay más dudas que certezas, empezando por saber si realmente se aumentará la edad de jubilación hasta los 69 años. Sin embargo, la segunda ya es una realidad contenida en los Presupuestos Generales del Estado 2010. En concreto, a partir del julio aumentará el IVA general del 16% al 18%, en tanto que el reducido crecerá del 7% actual al 8%. Esta subida se llevará a cabo para cuadrar las cuentas del Estado y reducir en cierta medida el déficit, pero como es lógico no será gratuita.
Desde El Economista explican que la subida del IVA costará 140 euros a cada hogar. Y es que a diferencia de otras medidas fiscales, esta la notarán todos los bolsillos y será imposible escapar de la misma. El debate se centra ahora en si será un nuevo lastre para el consumo. La lógica nos dice que si los productos son más caros, el consumo descenderá. Desde el Ejecutivo aseguran que el impacto del IVA en el gasto familiar será limitado, aunque Expansión publica quelos datos internos del Ministerio de Economía s í prevén una reducción del consumo. Actualmente el efecto está siendo el contrario. Ante el esperado aumento del IVA, muchas personas están adelantando lo que se consideran ‘grandes compras’ como la vivienda -que además verá en 2011 desaparecer la deducción fiscal para las rentas superiores a 24.000 euros– o la de los automóviles – de ahí en parte el aumento en las compras en febrero-.
Pese a todo, la experiencia nos dice que una subida de IVA afecta de manera negativa al consumo. Esto es precisamente lo que ocurrió con anteriores subidas de impuestos en 1992 y 1995. En Noticias de Navarra recogen las dos versiones acerca del impacto del IVA en un artículo que merece la pena leer.
Pero no sólo los hogares verán afectados sus presupuestos familiares. Las empresas también deberán lidiar con el aumento del IVA. Si bien la mayoría repercutirán directamente el incremento a sus clientes -como es lógico-, en algunos sectores donde esto no es posible ya se preparan para una rebaja en sus cuentas. Esto es precisamente lo que ocurre a las aseguradoras según Expansión. El diario explica que las aseguradoras verán lastrada su cuenta de resultados este año por la subida del IVA. Estas entidades no pueden repercutir este impuesto en sus clientes, de forma que deben asumirlo en sus cuentas. Las compañías de seguros no tienen intención de reflejar este aumento de sus costes en los precios, al menos antes de que concluya 2010.
Quienes de momento no pierden ocasión de aprovechar la polémica del IVA son los de MediaMarkt, que vuelven a lanzar el día sin IVA MerdiaMarkt como gancho y en el que ofrecen sus productos un 16% más baratos. Tal y como está el panorama no es mala ocasión para ahorrar.
El ejecutivo puede cantar misa si quiere, diciendo que no repercutira en el consumo, que se lo digan a las personas que estan cobrando unas pensiones de 300 ó 400 euros, seguro que siguen comprando lo mismo que antes.
Esta gente no encuentra el rumbo ni con GPS, mejor que se dediquen a escribir cuentos, que se les da de maravilla.