La lógica nos dice que si hay algo que una crisis no crea sino más bien destruye es riqueza. Precisamente una de las características de las crisis económicas es que destruyen o por lo menos merman la riqueza y la capacidad de crecimiento de un país en términos generales.
El problema es que la lógica no siempre se lleva bien con el mundo real. Tanto es así que por segundo año consecutivo crece el número de ricos en España. En concreto, un estudio conjunto de Merrill Lynch Global Wealth Management y Capgemini cifra en 143.000 el número de ricos en España, lo que supone un 12,5% más que en 2008. Durante 2009 un total de 16.000 pasaron a ser ricos según el criterio de la consultora y el banco, que otorgan esta consideración a quienes cuentan con más de 815.000 euros en activos de inversión.
Este incremento en el número de ricos se encuentra en línea con la media europea, pero sin embargo dobla al de Alemania y supera al de Francia e Italia. El motivo de este espectacular aumento hay que buscarlo en los mercados bursátiles y su gran año 2009. Y es que contra todo pronóstico -sobre todo si tenemos en cuenta cómo comenzó el ejercicio- las bolsas de todo el mundo experimentaron importantes revalorizaciones. Así, por ejemplo, el Ibex 35 subió un 29,84% en 2009, aunque el rebote desde los minimos del 9 de marzo fue del 75,14%.
Sin embargo, este aumento del número de ricos no es exclusivo de esta crisis y ya ocurrió en anteriores ocasiones, también con la bolsa como protagonista. En realidad, toda crisis es también una oportunidad de inversión y en este punto parece que quienes ya son ricos tienen más posibilidades de aprovecharlas. En periodos en los que escasea el crédito, las alternativas del ahorrador común para rentabilizar su dinero son más escasas, ya que en muchos casos también lo es su capacidad de ahorro e inversión. A esto hay que añadir un comportamiento mucho más conservador por parte del ciudadano medio, que tiende a reaccionar a los momentos de crisis restringiendo el gasto y aumentando el ahorro, aunque no la inversión, ni siquiera en los productos más seguros.
Los datos de la última oleada del informe trimestral sobre el impacto social de la crisis que elabora el Eurobarómetro muestran las dificultades de muchos ciudadanos para llegar a fin de mes. Uno de cada seis europeos asegura tener problemas para pagar las facturas básicas del hogar y, lo que es peor, tres cuartas partes de los europeos cree que la pobreza ha aumentado en sus países. En realidad, se trata de una muestra más de la rotura de la sociedad en dos clases bien diferenciadas, los ricos y el resto, ya que cada vez hay menos clase media.
A finales de 2009 escribían en Finanzzas un artículos titulado ¿Ha muerto la clase media? donde ya se hablaba de esta posibilidad, remota, hasta cierto punto apocalíptica pero con cierto ’sentido’. También en esta clave, Antonio Espín comparaba en Bolsalia la sociedad actual con la de la Edad Media en una conferencia sobre la situación económica de España.
Verdad o mentira, lo cierto que las diferencias entre ricos y el resto de la sociedad es cada vez mayor. ¿Será verdad que dinero llama a dinero?
No se si dinero llama a dinero, lo que si sabe todo el mundo es que en occidente, los que se han hecho ricos, han sido los mas han robado, o como quiera llamarse, a los que menos tienen.
¿Cuantos se han hecho ricos especulando sobre si grecia o españa se irian a pique?, ¿cuantos vendiendo pisos que no existian ni existiran nunca?, ¿cuantos dando creditos a diestro y siniestro sin siquiera mirar si el receptor trabajaba en algo estable?
Las crisis no sirven para crear ricos, sino para enriquecer al que tiene la ley de su lado y mucho potencial economico, y endeudar/empobrecer, al trabajador/pensionista.