La fiscalidad de las cuentas corrientes se encuadra dentro de las denominadas rentas del ahorro, que de forma resumida agrupan los beneficios que obtenemos por nuestro dinero más allá del salario y el alquiler de vivienda. Os explicamos cuanto habrá que pagar por ella al hacer la declaración de la renta y cómo funcionan.
Y es que, ¿quién no tienen una cuenta corriente? Las libretas de ahorro y cuentas a la vista se han convertido en un elemento imprescindible para nuestra vida. Da igual si se trata de una cuenta corriente física (la famosa libreta) o de una cuenta online. Para contratar un seguro, tener una tarjeta de crédito y hacer frente a los recibos del hogar es necesario contar con ellas. A la hora de contratar este producto financiero solemos tener en cuenta elementos como las comisiones bancarias, la cercanía de la entidad o la rentabilidad de la cuenta y, como, los regalos, pero nunca nos paramos a pensar en los impuestos que habrá que pagar.
Y es que las cuentas corrientes al uso apenas ofrecen rendimientos, pero la cosa cambia cuando se trata de una cuenta remunerada que puede llegar a pagar hasta un 3% TAE o cuando el regalo de turno por domiciliar una nómina alcanza sumas de hasta 600 euros. Aunque no lo sepamos o no reparemos, hay que pagar impuestos por los regalos en cuentas y depósitos -luego te explicamos cuántos y cómo-.
En concreto, habrá que pagar por las ganancias obtenidas por la cuenta corriente, independientemente de los gastos de mantenimiento y comisiones que después nos cargue el banco y que, salvo las excepciones mencionadas, superarán a efectos reales el interés de la cuenta en muchos casos.
Y todo sin mencionar las cuentas de ahorro, que, igual que las cuentas remuneradas, ofrecen una rentabilidad por a que habrá que[…]Leer noticia completa en la fuente original