La bolsa y la deuda españolas parecen condenadas en 2010 a no tener más de una semana de tranquilidad. En las tres sesiones anteriores a la de ayer, el Ibex 35 no se había movido arriba o abajo más de un 1%. Es decir, que con un descenso muy importante de los movimientos bruscos –lo que entendemos como volatilidad- había conseguido instalarse con una cierta comodidad por encima de los 10.000 puntos.
Aunque ayer mantuvo este nivel psicológico por los pelos, los inversores bajistas que apuestan por nuevas caídas en el mercado español volvieron a hacer de las suyas. ¿Cómo? Utilizando una estrategia ya habitual en las últimas semanas: vender bolsa española para reforzar posiciones en un mercado europeo del que esperan más como el alemán.
La prueba es que mientras el Ibex perdió ayer un 1,5%, el DAX 30 germano se dejó un testimonial 0,16% y fue el que mejor se comportó en el Viejo Continente junto al Footsie británico.
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