El sector financiero español espera que hoy el Banco de España le comunique, aunque sea de manera informal, el resultado de los test de estrés a los que ha sido sometido durante las últimas semanas. La fecha oficial de publicación de los datos está prevista para después del 15 de septiembre.
Pero hay prisas, muchas, por conocer con la mayor exactitud posible la verdadera foto de cómo están cada una de las entidades financieras. De esa información depende el diseño del sistema financiero español y de que las conversaciones que están manteniendo las diferentes entidades lleguen al puerto de las unificaciones o no.
Si la lógica y la aritmética se impone deberían evitarse casos como el de Bankia donde la concentración de muchas entidades con problemas ha generado un gigante con pies de barro que ha sido incapaz de gestionar la situación.
El gran escollo está en los grandes bancos. Fuentes del sector consideran que los bancos saneados tienen muy poco interés en asumir más activos españoles que podrían acabar con su buena estrategia de diversificación internacional. Pero dada la situación actual será muy complicado que el proceso de fusiones termine en buen puerto sin una colaboración activa de los grandes.
Por su parte, algunos bancos medianos saneados y que hasta ahora han sido metido en el saco de los “malos o dudosos” también están presionando al Banco de España para que la comunicación de la información sea lo más transparente posible y por supuesto diferenciada.
De cara a completar el proceso de saneamiento del sector en España, lo más complicado va a ser la creación del llamado banco malo, pero sobre todo la definición de los criterios a aplicar para la valoración de los activos inmobiliarios. Un precio muy a la baja podría ser mortal para el balance de las cuentas de resultados en algunas entidades. Pero, por el contrario, un precio sin el ajuste suficiente podría provocar, como ocurrió en Irlanda, que el mercado presionara a la baja y obligara a un ajuste aún mayor.
Imagen: CC Ricardo Ricote www.urbanity.es