Por favor, que no dejen a Angela Merkel hacer turismo en Madrid

¿Crisis? ¿Esto es crisis? Los turistas que han visitado este verano la capital de España se han encontrado con una imagen muy diferente a la que ellos se esperaban. No hay gente deambulando medio muerta de hambre por las esquinas, ni calles desiertas por un cierre masivo de comercios, ni siquiera hay manifestaciones ni asaltos a las tiendas que ha visitado (La Córdoba de Juan Manuel Gordillo no está en los circuitos turísticos). Por el contrario, bares y terrazas están llenos  y el ambiente es cordial y distendido.

Por supuesto toda esa gente no ha pasado de los límites del retiro o la plaza de Castilla. Quizá si hubiera pasado por los barrios del extraradio con sus terrazas de verano funcionando al ritmo del mes de enero la imagen hubiera sido diferente. Pero no fue así, por eso como se puede escuchar en este gracioso y aconsejable reportaje de la Cadena Ser, la opinión de los turistas es otra.

 

Desde el mexicano que invita a ir a su país para que los españoles tengan algo por lo que quejarse, hasta los asiáticos que critican a la prensa internacional por distorsionar la imagen de España.

Y esto que a priori podría ser una agradable noticia se torna preocupante si la turista es Angela Merkel.  Seguro que las declaraciones de la canciller alemana al ver el jolgorio de los alrededores de la plaza mayor madrileña estarían muy lejos de la de los turistas encuestados por la Ser. Una mujer que parece llevar grabado a fuego lento el concepto de austeridad, pensaría que los ajustes que le cuenta su colega Mariano Rajoy no están más que en los papeles.

Como ha recordado hoy el ministro de Economía, Luis de Guindos, » Los españoles estamos haciendo ahora lo que los alemanes hace 10 años», pero claro la forma de afrontarlo está a años luz. Una amiga alemana me contaba que cuando ellos pasaron por el duro ajuste de la reunificación, apenas salían de casa. Las risas eran tan escasas casi como los créditos bancarios y el concepto  austeridad se lleva en la cara continuamente. Estaban sufriendo y eso se reflejaba. Aquí ocurre todo lo contrario, donde estén unas buenas cañas que ayuden a olvidar…

Pero no creo que Angela comprenda el concepto  mediterráneo de aguantar el chaparrón, así que lo mejor será que hoy Rajoy no le deje salir de la Moncloa, donde por cierto, el baile de caras largas creo que sí se ajusta al concepto de austeridad alemán. Y que la Canciller pase revista a la cuentas públicas corrija los números adecuademente y se marche lo antes posible ( como recordaban ayer algunos medios al estilo de Hitler en Endaya). Y después se sirva en Moncloa un vino español para celebrarlo que se va, no lo los deberes que nos deje que esos no se olvidaran ni con un buena borrarchera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.