Que confiados éramos en 2007 y que descreídos somos ahora. Si hay algo que esta crisis nos ha enseñado es a no creer todo lo que nos dicen y a estar más atentos a las primeras señales de alerta. Crisis geopolíticas, avances tecnológicos, pandemias y desastres naturales son acontecimientos determinantes de la evolución de la economía mundial pero también los primeros síntomas ante los que hay que prepararse.
Son acontecimientos que afectan a los negocios, empresas y por ende, a todos los ciudadanos y que en los últimos años se han intensificado. Esta es la conclusión extraída de la decimosexta Encuesta Mundial de confianza realizada a presidentes y consejeros delegados (CEOs) de todo el mundo sobre sus negocios y elaborada por la empresa auditora PricewaterhouseCoopers (PWC).
La mayoría de los ejecutivos preguntados se reafirman en la concepción de que la economía en 2013 será peor que 2012. Habrá más recortes, más desempleo y las grandes economías a penas crecerán. De hecho, sólo el 36% de los ejecutivos mundiales encuestados tiene confianza en el crecimiento de los ingresos de sus compañías. Los CEOs españoles son los más pesimistas, sólo el 18% estima que la economía mejorará.
Las amenazas y riegos económicos que se avecinan
La XVI Encuesta mundial sobre las amenazas y los riesgos que se avecinan realizada a más de 1.300 Consejeros Delegados de las empresas afirman que las principales amenazas para sus negocios son las siguientes:
- Incertidumbre económica
- Las medidas que están poniendo en marcha los gobiernos para combatir los déficits fiscales o lo que es lo mismo, recortes que los ciudadanos están soportando así como una mayor carga fiscal
- Volatilidad de los mercados
- Complejidad de los sistemas fiscales
- Aumento generalizado de los precios de todos los bienes y servicios y especialmente de la energía y de las materias primas
- El cambio experimentado por los consumidores en los últimos años
Fuente gráficos: Pwc
El desempleo uno de los grandes retos y señal de alarma
Una de las consecuencias de la crisis con más impacto es el desempleo, especialmente en nuestro país en el que más de la cuarta parte de la población se encuentra sin trabajo en estos momentos.
El desempleo es uno de los grandes retos pero las perspectivas a corto plazo de que la situación del mercado laboral mejore distan de ser favorables. La mitad de los ejecutivos españoles (el 25% de los globales) afirman haber reducido su plantilla en 2012 y un 48% de nuestros CEOs (23% de los mundiales) reconocen que tendrán que seguir haciéndolo.
Haciendo abstracción y según contempla el informe Global Risks que recopila las opiniones de más de 1.000 expertos de las comunidades presentes en el Foro Económico Mundial a los riesgos anteriormente citados hay que añadir que durante los próximos 10 años tendremos que prestar especial atención a las consecuencias negativas e imprevistas de la regulación que se siga adoptando, al aterrizaje forzoso de las economías emergentes, a los crónicos desequilibrios del mercado de trabajo, al crecimiento insostenible de la población y a la mala gestión del envejecimiento de la población.
De todos los riesgos, la disparidad de ingresos que se producirá durante los próximos años llama la atención considerablemente. Las consecuencias de este riesgo ya se dejan sentir en la economía española, en la que asistimos a la pérdida gradual del poder adquisitivo de los hogares españoles, la caída de ingresos, aumento del desempleo de sus miembros, asfixia fiscal y encarecimiento de bienes y servicios.
¿Cómo afrontar las amenazas?
Los ejecutivos mundiales afirmar combatir las amenazas así como las consecuencias de la crisis apostando por nuevas oportunidades de negocio y la búsqueda de nichos de mercados que les permitan rentabilizar al máximo sus inversiones. Por otro lado, se han dado cuenta de la importancia de las estrategias comerciales, de ahí que se hayan lanzado a la fideliación y al uso de las redes sociales como herramientas fundamentales.
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