¿Existen un gen millonario?

¿Existe un gen millonario? La mayoría de personas con grandes patrimonios comparten una serie de características. Estas son las más importantes.

Que a todo el mundo le gustaría ser millonario es un hecho. Solo hay que ver el éxito de Lotería, Euromillones y otros juegos de azar -apuestas deportivas no incluidas- para darse cuenta del poder de este reclamo. Un informe de USB y PWC analiza si existe un gen millonario o, lo que es lo mismo, qué características tienen en común todas las grandes fortunas.

Si quieres saber lo cerca o lejos que estás de ser uno de ellos, comprueba cuántas de estas condiciones cumples.

Saben entender en qué consiste el riesgo y no tienen miedo a asumirlo

Quien no arriesga no gana. Este dicho puede aplicarse a la mayoría de millonarios. Todas las personas con grandes patrimonios que no provengan de familia han tenido que arriesgar en algún momento para conseguir lo que tienen.

La relación de la mayoría de personas con el riesgo es complicada y puede resumirse en una huida constante de él y en buscar fórmulas para protegerse. La mente del millonario opera de forma diferente y está más enfocado en no dejar pasar oportunidades que en protegerse ante eventuales pérdidas. En el fondo, esta es la misma debilidad que las grandes superficies aprovechan con sus ofertas ‘irrechazables’ sólo que aplicada a la inversión y con un sesgo positivo en lugar de negativo.

Son curiosos pero no pierden el foco

Es imposible descubrir oportunidades de inversión o de emprendimiento sin un mínimo de curiosidad. Es precisamente esta inquietud lo que les permite descubrir necesidades ocultas de los clientes o nuevos mercados.

Sin embargo, esta curiosidad e inquietud no les impide centrarse en una tarea llegado el momento. Es decir, no estarán saltando de un tema a otro sin terminar de cerrar ninguno de ellos. Cuando ven una oportunidad investigarán y dedicarán a ella todos sus esfuerzos.

Son persistentes

Nadie llega a convertirse en millonario sin una buena dosis de trabajo duro. Incluso las grandes ideas como Facebook o Google tienen detrás horas y horas de dedicadción.

En muchos casos esta persistencia se traduce en emprededores en serie, que persiguen sus ideas hasta que cristalizan en negocios concretos y reales.

Tienen estudios universitarios

Es muy fácil dejarse llevar por el embrujo de Marck Zuckerberg o Steve Jobs, pero lo cierto es que la mayoría de millonarios son licenciados universitarios y solo un 18% carece de titulación superior.

Emprenden cuando son jóvenes

Aunque no hay una edad límite para emprender, los millonarios no esperan para empezar. Un 23% ya había puesto en marcha sus primeras compañías antes de los 40 años.

Al final es lógico que si el millonario es una persona inquieta, emprenda pronto. Además, es más fácil empezar antes, ya que cuanto más joven, menos cargas familiares y más libertad para enmendar errores. ¿La experiencia y los conocimientos? Terminan por llegar, aunque sea a base de fracasos.

Trabajaron para multinacionales

Aunque emprenden jóvenes, la mayoría han trabajado antes y más de la mitad lo hicieron en grandes multinacionales. Y es que de nuevo, casos como el de Mark Zuckerberg o Steve Jobs no son la regla, sino la excepción.

Millonarios a los 40

La mayoría de los millonarios también tiene que esperar hasta los 40 para considerarsse como tales. Una cosa es tener una buena idea y otra el tiempo que tarda esta en madurar y plasmarse en una empresa sólida capaz de generar beneficios millonarios.

Emprenden en tecnología y finanzas

Los sectores de tecnología y finanzas son los más prolíficos, donde más fácil ha sido emprender y hacerse rico. Eso sí, los millonarios tecnológicos son mucho más ricos que los financieros.

¿Y después de la primera generación?

El estudio también analiza qué ocurre tras la primera generación de millonarios y las perspectivas para su legado no son nada halagüeñas. Y es que los hijos rara vez tienen el éxito de sus progenitores, bien por falta de aptitud o de actitud.