Si depositamos dinero en una cuenta bancaria para utilizarla más adelante, y por ello el banco nos da un pequeño interés, ¿estamos invirtiendo? Ante esta pregunta diríamos rápidamente que la respuesta es no.
Lo que hay que tener en cuenta desde un principio es que, ante toda inversión se debe lograr encontrar el equilibrio entre rentabilidad y riesgo. Lo que el grueso de la población hace es asociar la renta variable con el riesgo y la renta fija con la seguridad junto a una menor rentabilidad.
Pero no siempre la renta fija es algo seguro y tampoco la renta variable es de mayor rentabilidad. Dado que existen muchos factores extra a la variabilidad de los precios de los productos financieros.
Cuando la confianza en la efímera estabilidad económica aparece, el riesgo se tiende a ignorar, y se provoca un sobrecargo de la demanda de productos de renta variable de consecuencias muy desagradables cuando la subida bursátil se agota y da paso a las caídas.
En ese momento aparece la tan temida crisis, que no es más que un rebote del mercado, y todos salimos corriendo a poner nuestro dinero, si aún nos queda, en la “segura” renta fija. Esta sería una buenísima idea, pero nada original… Todos buscan la renta fija y se sobrecarga la demanda de estos productos también, sin ser en realidad, consientes de los inconvenientes y riesgos que encierra la renta fija.
Como primer factor de riesgo aparece el común denominador de cualquier inversión financiera: la solvencia del emisor. ¿Qué queremos decir con esto? Nada saldrá de acuerdo a lo esperado si al vencimiento nos quedamos sin los intereses o aparecen las tal conocidas maniobras de canje de bonos por acciones, entre otras.
Claramente, cuando estas cosas ocurren, el deudor nos ofrecerá una más alta rentabilidad, pero menor la probabilidad de pago.
Una idea muy práctica para reducir los riesgos de insolvencia es llevar nuestra inversión, en vez de a una cuenta bancaria, a bonos o letras de deuda pública de países desarrollados, instituciones oficiales y en empresas de muy alta solidez financiera conocida y reconocida.
Pero la idea de esto, ¿es ganar dinero? Entonces usted está poniendo su dinero en el lugar equivocado, la rentabilidad ofrecida por el emisor es escasa y si sumamos a la IPC Blog podemos a veces sólo recuperar la inversión, pero estaríamos tranquilos de no sufrir pérdidas.
Igualmente, pese a todo esto, usted quiere invertir en renta fija, no está mal principalmente cuando ve que existen los benditos fondos de inversión. A través de ello, y gracias a ciertas ventajas derivadas de la diversificación de activos del fondo y de la gestión ajena del mismo, usted puede obtener una rentabilidad superior a la de los depósitos o títulos de deuda simples.
No obstante, no olvidemos que estos productos tienen comisiones que nos cobran por la gestión realizada, aunque compensa con una tasa de rentabilidad mayor a los ahorros invertidos en la banca simple.
Además, nada garantiza que el fondo arroje ganancias, capaz sí estabilidad aunque la gestión es activa por parte de los gestores, y a veces falla. Pero cuidado, si usted compra bonos, nada garantiza que se lleve el capital más el interés, dado que depende de una cotización en bolsa de valores para su venta. Aún así ¿le quedan ganas de “Invertir” en Renta Fija?
El consejo aquí es, no tanto dejar de lado la renta fija ni mucho menos, sino que cuando invierta en ella no debe estar tranquilo de que todo estará en orden y usted recibirá lo pactado como pensaba tiempo atrás.
Lo ideal siempre es mezclar los dos tipos de rentas, fija y variable. Así, habrá una recuperación más importante en cuanto al rendimiento total resultados de cada una de las partes.
Para hacer un comparativo, en países en desarrollo como Argentina, ni la renta variable a veces logra superar a las tasas de inflación. ¿Y esto es malo para el ahorrista? Pues bien, digamos que puede ser malo para aquél que pretendía ahorrar dinero, pero también sabe que existen cosas indexadas a la inflación, o activos que aumentan su valor como el oro. Pero por contracara da empuje a una inversión productiva, que tiene rentabilidades superiores a la financiera y especuladora. Claro está que, Argentina no es el mejor ejemplo para la estabilidad económica que aliente a la Inversión productiva, pero es un ejemplo al fin.