En épocas de incertidumbre, el oro es el activo refugio por excelencia. Desde comienzos de enero, su precio ha subido un 14% pero la cotización no ha estado exenta de altibajos.Así, desde los máximos de 1.786 dólares que alcanzó a principios de febrero, ahora baja un 9%, hasta los 1.625 dólares por onza. Y entre analistas e inversores se respira el sempiterno aroma de burbuja que envuelve al metal precioso. Tanto es así que los gurús más certeros del mercado son incapaces de ponerse de acuerdo.
Es el caso de Justin Smirk, experto de Westpac, Nick Trevethan, de ANZ Banking y Eugene Weinberg, de Commerzbank. Estos tres gurús son los que ofrecieron las predicciones más exactas sobre el oro en el último trimestre según el ránking que elabora Bloomberg consultando con veinte especialistas. Pero el problema viene para sus previsiones futuras, pues mientras que dos de ellos piensan que el oro seguirá subiendo, otro cree que se moverá a la baja.
En concreto, Weinberg y Trevethan consideran que los precios del oro seguirán subiendo de aquí a final de año, mientras que Smirk cree que sucederá todo lo contrario. Entre las manos fuertes del mercado, como los ‘hedge funds’ se observan las posiciones menos alcistas desde 2008, pero por el contrario, las tenencias de orofísico en productos cotizados (ETFs) están en máximos históricos. Ni los gurús ni los propios inversores parecen ponerse de acuerdo sobre el camino que seguirá el metal precioso durante los próximos meses.
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