¿Conviene financiarse con tarjetas de credito?

Normalmente solemos explotar nuestra tarjeta de crédito con cargos altísimos y, muchas veces impagables, cuando llega la época de vacaciones de verano. Pero ahora que estamos lejos de esa etapa crucial en las finanzas personales, podremos repensar qué nos conviene hacer con los pagos de nuestra tarjeta, o si utilizarla como un método de financiación.


Para poder hacer esto, como primer indicio, tenemos que ser personas muy prudentes a la hora de aplicar el crédito a nuestros hábitos de consumo; en caso de no ser responsables en las compras, ni pensemos en financiarnos de esta manera. Por otro lado, este método resulta viable si usted no posee líneas de crédito con un banco conocido, que le otorgue tasas bajas o, al menos, aceptables.

Si usted es uno de los tantos que no tiene acceso al crédito que está buscando, no por irresponsable, sino porque ya ha contratado uno precio y aún debe algunas cuotas, o bien, porque su salario es bajo y aunque usted sepa que es “va a pagar” el banco no le cree, puede recurrir en última instancia a usar su tarjeta de crédito para darse un impulso mayor si desea emprender un negocio o comprar algún bien valioso.

Al leer esto, podrá pensar ¿pero quién se atrevería a financiar su negocio o emprendimiento con una tarjeta de crédito? Aunque parezca mentira, se puede decir que el 95% de los negocios son financiados por el mismo emprendedor, y muchos de ellos con las tarjetas de crédito. Y esto porque las tarjetas de crédito son la forma de financiarse más sencilla. No obstante, son las más caros que existen en el mercado, por lo que muchos emprendedores, terminan perdiendo sus negocios por culpa de las tarjetas de crédito.

Estamos en presencia de un arma de doble filo, claro está. Pero muchas veces no hay otra solución. La idea es llegar a fin de mes con las finanzas en limpio, o bien, patear la pelota para más adelante (donde empiezan los problemas, aunque no siempre). Existen dos formas de pago habituales que son:

  • Pasar los cargos a una fecha concreta del mes siguientes
  • Revolving: pago de una cantidad mensual fija o variable de lo que se debe (pagar el mínimo como se  lo conoce vulgarmente)

El problema aparece cuando optamos por la segunda opción, el Revolving. Lo peor en estos casos son los intereses, que oscilan entre un 11% y un 25% y van subiendo conforme pasa el tiempo hasta el máximo. No obstante, muchas personas creen que financiarse con la tarjeta de crédito es la única salida a sus problemas de falta de dinero, y realmente es así: no todos tienen acceso al crédito. En estos casos, apruebo financiarse con el plástico, pero bajo ciertas condiciones que detallaré:

  • Claramente, se debe encontrar el banco que ofrezca la mejor financiación a menor tasa
  • No se olvide de las comisiones y otros conceptos que nos cobran por tener la tarjeta de crédito. Gastos administrativos, uso de cajeros, anualidades, la anulación final, etc
  • Ahora bien, no se le ocurra utilizar la tarjeta para todo, sólo será para su negocio. Si además pretende amueblar su hogar, estamos perdidos
  • Asimismo, usar el plástico para lo indispensable en su negocio, no caiga en las deudas mayores
  • De estas compras, pagar al 100% para no generar intereses

Si usted no va a tomar su crédito bajo estas condiciones y manteniendo la conducta, mi consejo final es que no intente financiarse con el producto financiero más usurero que jamás ha sido creado.

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