En esta ocasión os propongo la traducción de una carta de una mujer de Estados Unidos que escribe a un experto en economía al que le pide consejo respecto a la venta de su vivienda. No os fijéis en las cifras (aunque sí que podrían ser extrapolables a nuestra situación) pero sobre todo tratad de comprender el fondo de la pregunta y la respuesta que le dan.
Catherine nos ha escrito para preguntar si tiene sentido vender su casa para poder librarse de todas sus deudas y tener la libertad de decidir su propio futuro.
Estoy en la cuarentena, trabajo por mi cuenta en una ciudad donde el coste de la vida es alto y vivo en un apartamento de una habitación que compré hace diez años. Tengo unos 220 mil dólares pagados ya de hipoteca (me faltan por pagar 132 mil).
Mi hipoteca es muy asequible ya que la refinancié el año pasado a 30 años. Aún así me queda una hipoteca mensual de 1.500 dólares (que serían de 400 más si no lo hubiera refinanciado). Si hubiera optado por vivir de alquiler seguramente habría pagado lo mismo. Como parte de los costes de mi apartamento, pago unos 500 dólares a la comunidad de vecinos, además en el futuro habrá más gastos relacionados con la comunidad.
No he estado poniendo más dinero para terminar de pagar la hipoteca porque ahora estoy obsesionada pensando en vender mi apartamento, vivir de alquiler para poder tener más libertad para decidir que hago con mi futuro y tener una vida menos estresante. Mi sueño incluye una pequeña casa en una ciudad donde el coste de la vida sea más asequible, con jardín y esas cosas. Tengo una vida normal, pero no me gusta lo que hago. Por otro lado, no tengo ni idea de lo que haré si al final decido cambiar de vida.
Conviene aclarar que la forma de pago de las hipotecas en Estados Unidos es diferente. Para empezar, se tiene la opción de pagar un mínimo y sumar después el capital que uno desee mes a mes. En españa esto no se puede hacer, ya que estaríamos procediendo a una cancelación parcial anticipada, lo que acarrera importantes comisiones y además está expuesto a unos límites.
Aparte de mi hipoteca tengo:
• 2.000 dólares de deuda en la tarjeta de crédito.
• 14.000 dólares en una cuenta ahorro vivienda
• Cerca de 300.000 dólares en un plan de pensiones y cuentas de inversiones.
• 10.000 dólares en una cuenta para emergencias y 1.500 dólares ahorrados.
Si vendo el apartamento, podría pagar mi deuda, tener algo de cambio en el bolsillo y más tiempo para pensar qué es lo que voy a hacer de mi vida. ¿Es una locura vender mi casa cuando todavía no he decidido lo que voy a hacer? Sería un gran alivio no tener la preocupación cada vez que se sube la hipoteca y las reparaciones que dentro de poco tengo que hacer.
La primera vez que leí la carta de Catherine, pensé que me estaba preguntando si debía vender la casa para pagar sus deudas. Pero eso solo es una parte. Catherine tiene 300 mil dólares en un plan de pensiones e inversiones, 220 mil que ya ha pagado de hipoteca y casi doce mil en cuentas de ahorro. Esto hace unos 532 mil por 148 mil de deudas, no está nada mal.
Seré cauto. Hasta que Catherine no esté segura de lo que va a hacer creo que debería ser paciente. Este es mi consejo:
• No tomes una decisión precipitada. Ve poco a poco. Lo primero, Catherine necesita decidir cuales son sus objetivos a largo plazo. Esto puede ser difícil. Si no sabe que es lo que quiere hacer en los próximos diez años, debería reflexionar, tomarse su tiempo y consultar a un experto, alguien que pueda guiarla en su viaje.
• Debe tener en cuenta el mercado inmobiliario durante una época larga. Catherine podría vender, pero debería saber que muchos expertos creen que el precio de la vivienda va a recuperarse algo en lo próximos años. Si esperas 24 o 36 meses, Catherine podría ser capaz de sacar más dinero por su casa. Además, si lo hace bien, podría ser capaz de pagar los 16 mil dólares que tiene en deudas.
• No te metas en un alquiler, todavía no. Catherine comenta que si hubiera alquilado un piso en vez de comprarlo, habría pagado lo mismo. Pero cuando se está pagando una hipoteca, está comprando parte de la casa, algo que alquilando no ocurre. No soy un fanático de la compra de vivienda, de hecho creo que alquilar puede ser una muy buena opción, pero en su situación, creo que lo mejor que Catherine puede hacer es conservar su casa hasta que tome la decisión definitiva de lo que quiere hacer con su vida.
Es más, lo menos importante es la decisión sobre las finanzas, lo que más importa que aclare sus pensamientos sobre su futuro. Es un ejemplo más de que el dinero es un tema más mental que matemático, ningún economista ha creado una ecuación que calcule la decisión que debe tomar Catherine.
Como habréis visto, las conclusiones son totalmente extrapolables a la situación inmobiliaria de nuestro país. Es posible que aquí el tiempo para la recuperación de la economía y del mercado de la vivienda tarde un poco más en recuperarse, pero en esencia es válido.
Hasta donde yo se hay entidades que no cobran por la cancelación parcial anticipada… lo cual es más lógico. Ahora muchas entidades hasta le pagarían al cliente por cancelar hipoteca…
Sobre el caso de Catherine, es una muestra de que el dinero deja de ser problema cuando se teníe para volver a ser una «preocupación» a partir de una determinada holgura. El film sería: En busca de la felicidad… esta chica/señora no busca otra cosa que su felicidad. Me da que en el plano sentimental debe estar muy sola jej