Vivir de alquiler o hipotecarse, un dilema del que mucha gente no se salva y de los que otros quisieran tener la oportunidad de elegir ya que al encontrarse hipotecados, hoy por hoy es muy difícil dar un paso atrás.
Veamos los pros y los contras de vivir de alquiler o hipotecarse durante décadas:
Ventajas de vivir en alquiler
Menor coste. Normalmente se paga menos mensualidad que una hipoteca, aunque hoy se sabe de gente que sigue pagando 1.000 € por su alquiler cuando ya existen pisos de tres habitaciones por 400€ (de todas maneras con el tiempo los costes se van ajustando). Pero no debemos de pensar en seguros de hogar, de protección de pagos y otros tantos seguros hoy muy de moda como en el caso de las hipotecas.
Menos impuestos. Se sabe que el impuesto por ser propietario de una vivienda (IBI o Impuesto a los bienes inmuebles) va a nombre del propietario de la vivienda, aunque la verdad que no hay una ley que lo obligue, con lo que hay que tener cuidado con lo que firmamos en los contratos de alquiler; nos pueden endosar la obligación de pagar este impuesto. En cuanto a las tasas municipales de recogida de basuras, puede ser discutible, pero puede que también lo tengamos que pagar si así consta en el contrato de alquiler.
Menor exigencia de puntualidad. Normalmente en los contratos de alquiler se estipula que los pagos se deberán hacer del 1 al 10 de cada mes y de que en caso de retraso en el cumplimiento de la obligación se nos cobrará una penalización por el retraso pero, en la realidad, si somos bueno pagadores lo que se puede hacer es hablar con el propietario y retrasarnos un par de días sin que se nos cobre ese extra o penalización.
Contras de ser arrendatario
No somos propietarios. Con lo que si queremos hacer una obra de mejora, por ejemplo, lo primero es pedir permiso al propietario, quien puede negarse y en el mejor de los casos hará suya la mejora cuando nos hayamos ido de la vivienda.
Los alquileres no son vitalicios. La duración de un alquiler es de 5 años renovables cada año, esto quiere decir que se firman los contratos de alquiler con una duración máxima de 5 años y que si no decidimos dejar la vivienda en ese plazo se renueva tácitamente cada año (no es necesario comunicárselo al propietario). Pero transcurridos los 5 años el propietario es quien tiene la opción de pedirnos que desocupemos la propiedad, normalmente debido a ajustes en el precio a la alza, con el trauma que implican los traslados.
Pros de hipotecarse
Somos propietarios. Más allá de las evidentes ventajas de que si invertimos en reformas, en muchos casos muy cuantiosas, serán de nuestra propiedad en el futuro así como la vivienda en sí misma. El análisis debe ir más allá en el futuro, cuando seamos adultos y no tengamos la posibilidad de alquilar, se nos puede plantear un gran problema si no tenemos techo propio.
Amortización. La cuota o letra de nuestra hipoteca, en base a las características de los préstamos hipotecarios a tipo variable, contiene intereses y amortización, ésta última es una forma de devolver el capital que nos han prestado mediante un sistema de cuota constante denominado sistema francés). Esta cuota es constante durante un año o seis meses dependiendo de las condiciones de la hipoteca pero como adeudamos más capital al principio es normal que los primeros años paguemos mucho más intereses que capital (que amorticemos menos al principio). Esta amortización es lo que nos debiera interesar a nosotros los hipotecados porque a medida que transcurran los años iremos viendo como disminuye más rápidamente el capital adeudado (a medida que transcurren los años de nuestras hipotecas podemos observar que la proporción de cada cuota o letra de hipoteca es mayor de amortización que de intereses).
Contras de estar hipotecados
Mayor coste. En principio se supone que quien tiene la expectativa de ser propietario debiera de pagar más, sin embargo hoy por hoy, al rozar la euribor (referencial hipotecario) niveles cercanos a cero nos encontramos con cuotas muy por debajo de muchos alquileres. Sin embargo de lo que no podemos prescindir es de un seguro anual de hogar y en determinados casos un seguro de vida y hasta uno de protección de pagos. Además está la incertidumbre de la cuota variable en cada revisión, que depende de cómo evolucione el Euribor cada año.
Más impuestos y gastos. Lo que sí debemos sopesar es que al hipotecarnos pasamos a ser propietarios y con ello la obligación de pagar impuestos que, en algunos casos, siendo inquilinos no pagaremos (IBI, RSU, gastos de comunidad, etc).
Exigencia en la puntualidad. Debemos de ser conscientes que desde el momento en que firmamos un hipoteca nos responsabilizamos durante un largo período de tiempo (20, 25, 30 o más años) a tener todos los fines de mes, todo el dinero necesario para hacer frente a las obligaciones hipotecarias y una vez cada semestre o cada año los gasto del o los seguros, caso contrario, la comisión que normalmente aplican los bancos por descubierto en cuenta es de 30 euros aproximadamente.
Sin ser exhaustivo en la enumeración pero con la intención de acercaros al enigmático mundo de los hipotecados, espero que os sirva de referencia o de ayuda al tomar una decisión de tanta responsabilidad y que nos obligará durante media vida.
Luis Cabezas, editor de iAhorro.com