Subida de la prima de riesgo, recapitalización bancaria, inflación, recesión, hablemos hoy de la cara oculta de estos datos económicos y la más dramática de la crisis. Seis millones de parados y cada vez que se suma uno más a ellos aumentan nuestras posibilidades de ser pobres. Y es que según Cruz Roja, por primera vez, son los españoles los que necesitan dinero para salir del atolladero en el que se encuentran.
El desempleo está en la base de que cada vez más personas se vean abocadas a la pobreza, ya que en un país en el que más de la cuarta parte de la población no tiene trabajo, es difícil frenar su caída hacia el abismo. Según el último informe sobre vulnerabilidad social publicado por Cruz Roja, el 71% de las personas que recurren a ellos se encuentran en situación de desempleo y el 33% de las mismas no disponen de ningún tipo de ingresos. Así que esto es lo que realmente esconden esas cifras de desempleo que escuchamos continuamente extendiendo sus efectos más nefastos a otros indicadores alarmantes.
No podemos enviar ayuda a África o Asía porque ahora la necesitamos nosotros, además de que el Gobierno haya reducido la partida presupuestaria dirigida a la misma. Ya no son inmigrantes ahora son españoles procedentes de aquellas clases que podíamos considerar acomodadas antes de que estallará la crisis. Cruz Roja afirma que han pasado de atender a 900 mil personas en 2008, en su mayoría inmigrantes, a casi 2,4 millones en 2012, en su mayoría de procedencia española. El perfil ha cambiado y afecta a colectivos tan dispares que entre los que solicitan ayuda se cuentan en buen número aquellos que tienen estudios superiores.
Consecuencias de los 6 millones de parados
El nivel adquisitivo de la clase media se ha reducido drásticamente pasando esta a englobarse entre los que se consideran pobres. Estos por su parte son arrastrados a un circulo vicioso que convierte a la pobreza ya no en un problema puntual sino en algo crónico.
Dónde comen dos, comen tres. Pues digamos que el dicho ya no resulta certero, pues los mayores ya no pueden asumir todos los gastos y especialmente ese 20% de pensionistas cuyos ingresos son inferiores a 500 euros.
Lo importante es comer, lo que desplaza del índice de prioridades, la imprescindible asistencia médica y la educación, especialmente de los menores.
En el mejor de los casos dificultades para llegar a fin de mes. Problemas que afectan a prácticamente al 45% de la población.
Pobreza energética que afecta a 4 millones de españoles y se traduce en que más del 15% de los hogares españoles pasen frió.
Y podríamos continuar haciendo un listado extensivo de las consecuencias del desempleo. Aumento de variables nefastas ya no desde el punto de vista económico sino social, al mismo tiempo que lo hacen las cifras de desempleo.
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