La última reforma del mercado de vivienda no busca sostener el precio de los pisos o hacer que sigamos invirtiendo en el ladrillo, sino que supone una apuesta decidida por el medio ambiente. Se trata del certificado de eficiencia energética que ahora debe acompañar a toda vivienda que se venta o se alquile, tal y como figura en el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril.
La novedad de la medida está haciendo que cada vez más propietarios de pisos en venta y en alquiler traten de solventar sus dudas sobre qué deben hacer para cumplir con la normativa. Un buen ejemplo son las preguntas de los usuarios en páginas especializadas como Ventadepisos.com.
En este sentido, desde el pasado 1 de junio los propietarios deben presentar un certificado de eficiencia energética que pondrá ‘nota’ a la vivienda desde la A hasta la G, siendo la primera la máxima calificación y la segunda la menor. Estos certificados tendrán una validez de 10 años, por lo que es recomendable realizar las reformas que sean necesarias antes de decicirse a pasar el examen.
El certificado deberá incluir las características energéticas de la vivienda y recomendaciones para la mejora de su eficiencia energética. Para conseguir la certificación es necesario acudir a un técnico acreditado por el IDEA, que deberá dar fe del estado de la vivienda a través de diferentes programas. Después deberá depositar el informe en el organismo autonómico competente, que tendrá que comprobar que lo que pone en él es cierto antes de emitir el certificado.
No conviene olvidar que el objetivo del certificado de eficiencia energética es el de dar a los compradores de vivienda y personas en busca de alquiler más información para tomar su decisión. Y vivir en una casa energéticamente eficiente supone un importante ahorro para los bolsillos.
De forma muy resumida, la mejora del aislamiento de fachadas puede ahorrar entre un 5% y un 16% de consumo energético en calefección y aire acondicionado, mientras que el aislamiento de las cubiertas repercutirá entre un 4% y un 14%. A esto hay que sumar el 3-10% de las ventanas y vidrios o el 3-8% de las lámparas de bajo consumo. Son sólo algunos ejemplos de lo importante que puede ser la eficiencia energética, una información que el nuevo certificado dará a todo el que lo solicite.