La política de imagen comercial en la entidad nacionalizada CatalunyaCaixa estaba manteniendo con respecto a su oferta inmobiliaria, con un soporte de marketing agresivo, y unas condiciones ciertamente atractivas, habida cuenta de cómo está el mercado inmobiliario, tanto desde el punto de vista de la compra de vivienda como desde el propio alquiler, daban a entender, al menos de puertas afuera, un intento fuerte de comenzar a colocar el producto inmobiliario de la entidad con pujanza a lo largo de este año.
Y decimos al menos de puertas para afuera, porque, la realidad es que la entidad ha vendido la división inmobiliaria Catalunya Caixa Inmobiliaria (CXI) a un consorcio de inversores compuesto básicamente por marcas estadounidenses; algo que se ha conocido recientemente.
Esta operación ronda los 40 millones de euros, y en ella los compradores resultan ser dos firmas estadounidenses, concretamente Kennedy Wilson y Värde Partners que escenificaban el acuerdo con la entidad rescatada a finales del mes pasado.
En cualquier caso, según informa la propia entidad, la venta aún continúa sujeta a al acuerdo en una serie de cuestiones que tienen que ver con lo laboral y lo tecnológico, de las que se desconocen los detalles, pero que parece no van a ser un obstáculo para formalizar la operación a finales de este año, o, como pronto, en los primeros meses de ese último trimestre del año.
De esta manera nos encontramos con que la entidad resulta ser la primera en nuestro país en sacar a la venta, y vender, el soporte administrativo y gestor de sus activos inmobiliarios en el país. Debemos tener en cuenta este efecto que el volumen de activos inmobiliarios que gestiona la entidad actualmente supera los 8.700 millones de euros, tanto de la propia entidad como del Banco Malo.
Otro movimiento comercial de una de las entidades rescatadas en nuestro país, que se puede sumar a la reciente venta de tres carteras de crédito morosos por parte de otra de las entidades rescatadas; Bankia.