Invertir en materias primas es una alternativa que está brindando importantes frutos, aunque no libre de riesgo, como consecuencia de la elevada volatilidad de la que son objeto estos mercados, en los últimos tiempos.
Las ganancias pueden ser muy interesantes si se apuesta correctamente, sin embargo, la entrada al juego de las materias primas suele estar vedada al pequeño inversor. Normalmente la gran parte de estos mercados tiene el acceso restringido y sólo pueden participar en él los operadores registrados.
Además las barreras de entrada suelen ser elevadas, ya que la inversión mínima requerida en los mercados de futuros es bastante alta. A modo de ejemplo, un contrato de futuros sobre el petróleo Brent comprende una partida de 1.000 barriles, es decir que estamos hablando de una inversión mínima inicial de 79.000/80.000 dólares.
Por el contrario, cuando nos manejamos con Contratos por Diferencias sobre materias primas, la inversión mínima es de 200 euros.
Estos productos cuentan con la ventaja de ser apalancados, es decir que se pagará únicamente un porcentaje del total del contrato en concepto de garantía. Esto posibilita que mediante una inversión muy baja pueda aprovecharse los movimientos del subyacente negociado.
La contratara de estos productos, se centra en el mismo apalancamiento. En este caso, en caso de habernos equivocado, las pérdidas pueden superar ampliamente el monto inicial desembolsado.
En general, la mayoría de los brokers ofrecen una gran variedad de contratos por diferencias sobre materias primas. Podremos optar por invertir en productos agrícolas, ganadería, metales industriales,metales preciosos, petróleo, combustibles e incluso emisiones de CO2.
Es importante tener conocimientos de los productos en los que se desea invertir, así como considerar el riesgo del tipo de cambio que deviene de la moneda en la que se cotizan las materias primas: el dólar.
Sin embargo, los contratos por diferencias constituyen una alternativa viable para el pequeño inversor, de forma de poder beneficiarse con el 100% de los movimientos del subyacente, con una inversión mínima.