Parece que burbuja se ha convertido en el término de moda en el ámbito financiero. En los últimos meses cada vez que un activo o un sector sube falta tiempo para que algún gurú o medio de comunicación empiece a hablar de burbuja. El mejor ejemplo es la supuesta burbuja sobre el oro, que Greg Soros denomina la Burbuja Definitiva.
Que cualquier subida no sea una burbuja no quiere no quiere decir que no existan sectores o activos sobrevalorados y con un precio totalmente inflamado. Simplemente debemos ser más cautelosos a la hora de hablar de burbujas especulativas -no todos los mercados son como el inmobiliario, donde había una clara divergencia entre precio de mercado y valor real de las vivienda, es decir, una burbuja en toda regla-.
Pero para quienes les siga atrayendo la idea de mercados continuamente sobrevalorados y busquen la próxima burbuja, desde Daily Finance han identificado diez candidatos a medio plazo:
- El precio del oro. La cotización del oro ha pasado de 294 dólares la onza en 1998 a los actuales 1.404 dólares, lo que supone un incremento del 377%. Sus detractores aseguran que hoy por hoy el oro no tiene ningún valor intrínseco y mencionan como principal exponente de su burbuja la proliferación de negocios de ‘compro oro’ y el aumento de anuncios en televisión que también se ofrecen a comprar oro. Como dato, el SPDR Gold Trust ETF (GLD) acumula una subida del 28% desde principios de año.
- Sector inmobiliario en China. Desde finales del año pasado se habla de una burbuja inmobiliaria en China. En lo que va de año los precios de la vivienda en el gigante asiático han crecido un 9,1%, lo que por si sólo puede hacer pensar que no existe tal burbuja. Sin embargo, este incremento está motivando a su vez un aumento de la demanda, unc laro síntoma de burbuja. Si a esto unimos que históricamente la vivienda no ha sido nunca una buena inversión financiera, tenemos los condimentos perfectos para un mercado inflado.
- Energía alternativa y solar. El sector ya ha dado los primeros síntomas de cansancio. Por el momento la energía solar sigue siendo deficitaria y en el caso de España ya se han registrado varios casos de ‘picaresca’ al respecto que han llegado al Gobierno a replantearse parte de las ayudas que concedió en su momento. El caso en Estados Unidos no es diferente y el artículo se plantea si realmente son necesarias hasta 250 compañías de paneles solares. A lo largo del año el Market Sectors Solar Energy ETF ha subido más de un 100% antes de sufrir severas correcciones.
- Commodities. Unas de las grandes protagonistas del año junto con las divisas. Las materias primas han vivido varios rallies durante 2010. El trigo acumula una subida del 60% y otros como el algodón no le van a la zada.
- Apple. Este ha sido su año con el lanzamiento de su iPad y la nueva generación de iPhones. Sus acciones han subido un 1.200% desde 2011, lo que según Charles Wallace, debe ser algo parecido a lo que definiríamos como una burbuja. Sin embargo, el principal motivo para que la compañía ‘burbujee’ es que el autor la considera ‘una moda’ demasiado volátil y ligada al devenir de su CEO, Steve Jobs.
- Redes Sociales.La pregunta clave para el sector parece ser ¿Cuánto vale Facebook? Desde la compañía han anunciado su intención de salir a bolsa en 2012 en 2012, una pregunta que puede aplicarse a LinkedIn e incluso Twitter. El problema radica en que por el momento muchas de estas iniciativas parecen tener dificultades en cuadrar sus cuentas. Tampoco ayuda la opacidad que rodea todo el sector en términos financieros.
- Mercados emergentes. Como tipo de activo, las acciones de mercados emergentes han experimentado una subida del 146% en los últimos dos años. En este sentido, sólo estaríamos a medio camino de esta gigantesca burbuja. Países como Australia, Indonesia, Rusia o Brasil están creciendo a ritmos elevados pese a que la economía mundial está estancada y en muchos casos esta subida se debe a los precios de los commodities, que como hemos visto también son una burbuja.
- Pequeñas compañías tecnológicas. Apenas ha pasado una década desde el pinchazo de la burbuja tecnológica y ya parece que tenemos otra en ciernes. En este caso la culpa vuelve a ser de las grandes compañías, que vuelven a adquirir pequeñas empresas del sector sin apenas fijarse en el precio.
- El dólar. Resulta curioso que se mencione el dólar ahora que en su cambio con el euro ha perdido un 10% en lo que va año. Sin embargo, Robert Wiedemer, autor de Aftershock: Protect Yourself and Profit in the Next Global Financial Meltdown, cree que subirá, y rápido, cuando los inversores extranjeros deben de comprar bonos y acciones estadounidenses, algo que ocurrirá cuando se dispare la inflación.
- La deuda estadounidense. Esta sí puede ser la burbuja definitiva. La burbuja de la deuda estadounidense crece rápidamente y ahora mismo parece complicado que el Gobierno sea capaz de devolver los 13,7 billones de dólares que debe. Cuando mayor sea el riesgo de impago, más factible será que los inversores dejen de comprar bonos y más complicado será colocar la deuda. En el fondo, es precisamente lo que les ha ocurrido a Irlanda y Grecia y que empieza a padecer España. La pregunta es ¿Imprimir más dinero -lease, el QE 2-, es la solución?