En época de de prosperidad económica, y principalmente, en las de crisis, vemos que grandes empresas comienzan a declararse en concurso de acreedores para buscar alguna salida negociable de sus pasivos, o bien, decretan su quiebra en base a que les es imposible hacer frente a sus deudas. Pensemos que estamos viendo sólo la punta del Iceberg: si quiebran empresas como MGM, General Motors, Chrysler, Blockbuster, entre otras; hagamos un breve análisis de todas las pequeñas y medianas empresas, que para los medios son de escasa importancia (nada de valor aporta escribir una nota sobre su concurso de acreedores o quiebra), y por ello no nos enteramos de su situación ruinosa.
La situación de caos económico, que a veces es considerado positivo por muchos, ha generado que la “quiebra” en su expresión técnica se extienda ya hasta algunos países. Vemos como Grecia está llegando a cumplir con sus pagos a duras penas, como Irlanda espera un rescate para su sector bancario; o bien, como España tiene que demostrar que no se parece en nada a estos dos para emitir Letras del Tesoro a 1 año o más plazo.
Y remitiéndonos a la pregunta intitulada en esta ocasión: ¿Por qué quiebran las empresas?
Primero es importante recordar a qué llamamos quiebra, y es básicamente a una situación patrimonial en la cual una persona tanto física como jurídica no puede hacer frente a sus obligaciones, debido a que los pasivos son superiores a los activos disponibles.
Esa es una breve descripción que puede dejar muchos baches sobre qué es o no una quiebra. Pero al menos nos aclara de qué se trata el tema. Ahora bien, en el análisis de las últimas quiebras vividas en el mundo, pude destacar algunas claves para que la empresa alcance la quiebra, que detallo a continuación:
- Ignorar a empleados: cuando la idea está plasmada en que el trabajador sólo debe trabajar y no opinar, la ruina está servida en bandeja. Los que mejores saben cómo funciona el trabajo, son los que lo hacen, y no la cabeza líder que poco empeño le dedica al día a día.
- Falta de motivación: el dinero no es todo, y el trabajador lo sabe bien. Si como empresario no se motiva a su equipo, al menos no desmotive.
- Narcisismo: cuando el dueño de la empresa es la cabeza de todo, y el único lider aparece el problema: a sus empleados puede despedir y tomar otros sin problemas, pero si el problema es él, hundirá la empresa porque se crea una relación simbiótica entre ambos.
- No creación de riqueza: la típica idea de lograr beneficio a corto y omitir toda inversión a largo plazo, para crear valor para todos. Lo más simple en estos casos es fracasar, y terminar siendo la víctima del odio de empleados, socios, familia y amigos.
- La idea fija en el dinero: el empresario no es empresario para ganar dinero, lo es por crear cosas nuevas, por emprender, por arriesgarse: el dinero tiene que ser una consecuencia de su éxito empresarial. Si el fin es generar dinero, una empresa se acaba cuando no tiene mucho más futuro de ingresos potables.
- Estar a la moda: si seguimos la corriente, nos hallaremos perdidos. Siempre que copiemos lo que el mercado haga, estaremos a la cola del mismo. Innovar es la clave en toda empresa, el que copia tendrá las de perder.
- Ocultar resultados: algo como “mentirse a sí mismo”, o bien a sus accionistas. “La mentira tiene patas cortas” como dice el refrán… al poco tiempo las cosas erróneas saldrán a la vista porque los malos desempeños y los parches cortoplacistas sólo empeoran las cosas.
A pesar de todas estas causas bien conocidas, las quiebras actuales se debieron, muchas veces, a una mezcla de las causales mencionadas, sumadas a que una crisis financiera mundial, generada por la sobre-valoración de activos empresariales e hipotecarios, generó gran desconfianza y caída de las líneas de créditos.
No obstante, a veces da vergüenza ver empresas como Blockbuster deban declararse en quiebra, con su “gestión” prolija que llevó durante tantos años. Pese a esto, fue incapaz de ganarle a la piratería…
A veces los factores son externos, pero la culpa siempre es del que trabaja dentro, sus administradores debieron prever que el avance pirata en material fílmico afectaría a sus ventas, e idear alguna manera, tecnológicamente superior, de salir adelante.