Las vacaciones de verano son sinónimo de diversión, relax y disfrute, esas fechas tan esperadas durante todo el año para viajar con la familia o amigos y permitirse caprichos que en otro momento se pensarían con más frialdad. Estos caprichos pueden llevar a cometer errores con tu tarjeta de crédito que luego pasan factura el resto del año.
A continuación vamos a mencionar los errores más comunes que se pueden cometer al utilizar tu tarjeta de crédito este verano y las soluciones que te pueden ayudar a no repetirlos.
Pagar con la tarjeta de crédito porque no tienes dinero
Esta suele ser una de las principales causas que hacen que las personas utilicen las tarjetas de crédito, y que a la larga se ven sumergidas en una espiral de deudas. Las tarjetas de crédito no solucionan la falta de dinero, ni son una extensión de tu ingreso. El argumento de “mañana Dios dirá” es un acto de irresponsabilidad y puede provocar grandes problemas financieros. Si tus ingresos mensuales no son lo suficientemente elevados o tienes falta de liquidez, entonces plántate y buscar la solución al problema.
Busca una solución para conseguir un ingreso adicional y ahorra para adquirir aquello que te ilusiona. Utilizar las tarjetas de crédito a sabiendas que no tienes dinero para pagar debe ser una opción únicamente utilizada cuando tu salud o tu vida dependan de ello.
Pagar las vacaciones a plazos sin tener garantizado unos ingresos futuros
Indiferentemente cual sea tu situación laboral, ya seas empleado, trabajador por tu cuenta o dueño de una empresa, los ingresos futuros que vayas a tener pueden variar sin previo aviso, una mala racha, recortes de personal o una competencia directa inesperada pueden alterar esos ingresos con los que contabas. Si además le añadimos otros hechos inesperados que pueden ocurrir, como enfermedades, accidentes o compromisos con los que no contabas, pueden ocasionar que tu fuente de ingresos no sea la esperada y te encuentres en una situación peligrosa.
Por ese motivo resulta interesante cuando vayas a realizar tus pagos a crédito, que no sobrepasen el 20 o 25% de tu fuente de ingresos, una vez restados los gastos fijos mensuales y los compromisos que hayas adquirido.
Devolver sólo los mínimos de la tarjeta de crédito
Esta es una de las tendencias más utilizadas cuando se usan las tarjetas de crédito, ya que no supone un esfuerzo tan elevado a final de mes, pero pagando el mínimo tardarás en cubrir toda tu deuda incluyendo impuestos e intereses más de un año. Y si además la sigues utilizando, entonces esa deuda se convierte en vitalicia, que es algo que ocurre en muchas ocasiones.
Intenta por todos los medios cubrir el pago completo de la deuda generada por la tarjeta de crédito para no tener que pagar intereses, y de esta forma no regalarle ni un céntimo al banco.
Sacar dinero de una tarjeta de crédito para pagar otra
Este es uno de los peores errores que se pueden cometer y que claramente marcan que necesitas una reestructuración financiera. Haciendo esto únicamente te estás engañando ti mismo y consiguiendo un poco de tiempo a cambio de empeorar más la situación por culpa de generar intereses más elevados, aparte hay que contar con las comisiones que te van a cobrar por la retirada del efectivo de tu tarjeta de crédito.
Antes de llegar a esta situación es más recomendable acudir a tu banco para realizar una reestructuración de tu deuda. Evita utilizar tu tarjeta de crédito a toda costa hasta que te hayas puesto al día con los pagos, y cuando se vuelva a utilizar tiene que ser con sentido común y comprometiéndote contigo mismo a seguir los pasos que has aprendido.
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