Sobre las criptomonedas existe una gran variedad de ideas, fórmulas, herramientas y posibilidades para la inversión. Algunas de ellas se han mostrado interesantes, otras útiles y otras simplemente descabelladas.
Para el inversor tradicional, acostumbrado a productos como los depósitos bancarios, las criptomonedas parecen algo excesivamente novedoso y de difícil comprensión. Por otro lado, sobre la base del ahorro tradicional, y habida cuenta de la revalorización brutal de Bitcoin en la última década, no son pocos aquellos que piensan que comprar y almacenar criptomonedas puede ser una buena opción de ahorro a largo plazo. Valoraremos a continuación algunas claves para entender esto.
Volatilidad y ahorro: elementos contrapuestos ¿o no?
Si algo caracteriza a las criptomonedas de su volatilidad. La volatilidad, en este caso, tiene que ver con el hecho de estar ante un modelo de activo que puede, perfectamente, de un día para otro elevarse hasta duplicar su valor (o más) o perder valor en la misma proporción.
La volatilidad, en el caso de las criptomonedas, además, no tiene la misma previsibilidad que otros activos que pueden tener en el análisis fundamental un buen aliado. Aquí, la oferta y la demanda es la que empuja el valor. Lo veíamos, por ejemplo, casi como un paradigma, con los movimientos alrededor de Bitcoin de Elon Musk, que, en primera instancia consiguieron lanzar tras la compra masiva realizada por el empresario, el precio del valor de manera espectacular, pero, tras su anuncio de no aceptar esta criptomoneda para determinar transacciones, vimos un descenso del valor implícito a la bajada de la demanda.
Es importante entender esta volatilidad porque está en la base del motivo por el que no podemos considerar una herramienta de ahorro a las criptomonedas.
La volatilidad, a largo plazo, si bien puede proporcionar escenarios de alto rendimiento, también puede llevarnos a[…]Leer noticia completa en la fuente original