El que se mueva no sale en la foto, como diría Alfonso Guerra. Ahora toca estarse quietecito, esperar a las elecciones de mayo, intentar matener o ganar el Gobierno…y a partir de ahí, se dará el pistoletazo de salida para los planes de ajuste autonómicos.
Porque 2011 está llamado a convertirse en el año de los tijeretazos autonómicos, debido a que las enclenques arcas públicas se están demostrando incapaces de hacer frente a sus abultados endeudamientos.
El ejemplo más claro es Cataluña, donde CiU ha arrancado su nueva etapa en el Gobierno con un plan para recortar el 25% de los altos cargos, el 20% de los departamentos y el 40% del personal eventual. Sólo así podrá tapar, según sus cálculos, el agujero de 7.800 millones que le ha dejado en herencia el tripartito.
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