Tomar el control de tus finanzas es una de las mejores decisiones que jamás tomarás. Presupuestar, recortar gastos y educarte a ti mismo son algunas de las formas más fáciles de comenzar este proceso.
Muchas personas son escépticas, sin embargo. Después de todo, si invertir es tan bueno, ¿por qué no lo hace todo el mundo? Dos de las principales razones son el miedo y la falta general de conocimiento.
Las acciones tienen ventaja sobre los bancos
Primero, veamos por qué deberías querer comprar acciones. ¿Alguna vez pensaste ser dueño de una parte de un gran negocio? Eso es exactamente lo que sucede cuando compras acciones. Estás comprando una parte de esa compañía. Como copropietario, tienes derecho a una parte de las ganancias y los activos de ese negocio.
Tu te beneficias de poseer acciones de una de dos maneras.
- La empresa puede decidir devolver dinero a sus accionistas a través de dividendos. Este es efectivo que se te paga regularmente por ser accionista.
- El negocio crece y el precio por acción aumenta. Una vez que decides vender tus acciones, te embolsas los rendimientos.
Mientras que el dinero guardado en una cuenta de ahorros se lo come la inflación, el dinero invertido trabaja las 24 horas del día, los 7 días de la semana. A diferencia de una cuenta bancaria, su desembolso original puede multiplicarse muchas veces si inviertes en las empresas adecuadas.
En promedio, el mercado de valores ha regresado alrededor del 10% anual desde 1974 (sin tener en cuenta la inflación). Eso supera fácilmente el 0,5% que obtendrás al mantener tu dinero en una cuenta de ahorros.