¿Tengo que hacer la declaración de la renta si trabajo desde el extranjero? Esta es una duda muy habitual entre los expatriados o quienes están cerca de serlo. Lo cierto es que, cambiar de residencia y dejar el país puede influir en la obligación de presentar la renta, pero no necesariamente es sinónimo de no tener que cumplir con el IRPF.
Lo primero que debes saber al respecto es cuánto te conviertes en residente extranjero a efectos fiscales. Para que esto suceda deben darse tres condiciones:
- Permanecer más de 183 en el país de destino.
- Que el núcleo principal de su actividad e intereses económicos radique fuera de España.
- Que su familia (cónyuge e hijos) tampoco residan en España.
En ese caso estaríamos hablando de una persona no residente fiscal en España. Una de las preguntas más repetidas aquí es ¿Qué domicilio fiscal es el que sirve si te has cambiado a mitad de año? En principio en el que hayas pasado más tiempo a lo largo del año. Esa será tu residencia a efectos fiscales.
Avisa del cambio antes de hacerlo
La mejor forma de evitar problemas si te vas al extranjero es avisar antes Hacienda (ahora te explicaremos cómo hacerlo). Al hacerlo, será mucho más fácil demostrar de qué país eres residente fiscal y desde cuándo.
Y es que, tras tarde de alta, constarás en la base de personas que residen fuera del país. Esto no quiere decir que Hacienda no te vaya a pedir que demuestres que vivías fuera, pero sí que es mucho más fácil que no lo haga porque tú ya le has avisado al respecto.