La propuesta de ligar la subida de los salarios a la productividad, y romper así la vieja tradición de enlazarla con el coste de la vida, tiene tantos pros como contras.
Como explica el profesor de IESE-Universidad de Navarra, Sandalio Gómez, «tradicionalmente, los salarios se han venido ligando al incremento del coste de la vida, aunque fue con los Pactos de la Moncloa cuando se decidió cambiar a la inflación por venir, no a la anterior, porque el modelo que se aplicaba estaba condicionando la inflación».
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