Piénsalo un momento. Diez años. Todo ese tiempo con tu dinero bloqueado a cambio de un 2,50 % anual. Puede sonar atractivo si lo comparas con lo que había hace apenas un par de años, cuando los depósitos casi no daban nada. Pero la situación ahora mismo es distinta. El bono español a diez años ronda el 3,3 % y las letras del Tesoro a corto plazo están pagando en torno al 2 %. Eso significa que, aunque ese depósito te asegure una rentabilidad fija, no estás llevándote lo mejor del mercado.
El problema no es tanto el número en sí, sino lo que implica. Bloqueas tu dinero durante una década sin margen de reacción. Si mañana surge una oportunidad más rentable, no podrás moverlo. Y en diez años pueden pasar demasiadas cosas como para no dejarte un margen de maniobra.
También hay que pensar en los escenarios macroeconómicos. El Banco Central Europeo ha dado señales de que los tipos podrían seguir ajustándose, lo que impactará de lleno en la oferta de depósitos y cuentas. Si los tipos caen con fuerza, un 2,50 % podría verse bien dentro de unos años. Pero si los tipos vuelven a repuntar, quedarte atado a esa cifra sería un lastre.
Por eso este tipo de depósitos tan largos suelen estar pensados para perfiles muy conservadores, que buscan estabilidad y no les preocupa tanto renunciar a rentabilidades mayores. Es una opción válida, claro, pero solo si lo que priorizas es la certeza absoluta sobre cualquier otra cosa.
Las cuentas remuneradas dan más flexibilidad
Aquí está la otra cara de la moneda. Las cuentas remuneradas se han convertido en una alternativa muy seria. Algunas entidades ofrecen entre el 2,25 % y[…]Leer noticia completa en la fuente original














