Electrodomésticos eficientes no siempre cuestan más: cuándo pagar extra vale la pena (y cuándo no)

En estos tiempos donde la factura de la luz no nos da tregua, cambiar un electrodoméstico viejo por uno eficiente suena casi como obligación. Pero no todo lo que reluce es ahorro ni todo lo que parece caro te va a dar resultados. En este artículo vamos a ver cuándo sí merece la pena pagar más por eficiencia y cuándo ese desembolso extra podría ser un error que te pese.

Cuándo sí vale la pena invertir en eficiencia

Hay momentos en que elegir un aparato más eficiente es una decisión inteligente, no un gasto por capricho. Primero, cuando ese electrodoméstico consume mucho en horas punta: la nevera, por ejemplo, funciona las 24 horas del día, y su consumo representa una parte enorme de la factura doméstica. Si renuevas con un modelo de clase energética superior, verás el ahorro mes tras mes.

Otro caso claro es cuando usas con mucha frecuencia cierto aparato: lavadora, secadora, lavavajillas. Si estás constantemente lavando o secando ropa, la eficiencia energética marcará la diferencia. Un aparato eficiente puede reducir el consumo entre un 20 % y un 30 %, según los estudios más recientes.

También es importante fijarse en la nueva etiqueta energética de 2025. Ya no hay “A+++”, “A++” y demás más allá, la escala se unifica de la A a la G, para que el consumidor entienda mejor lo que compra. Eso obliga a que los modelos “A” de ahora sean, en efecto, más eficientes que muchos de los antiguos A+++ que ya conocías.

Cuando el aparato que estás reemplazando es muy obsoleto, ahí sí puedes justificar el sobreprecio. Si tienes un frigorífico de 15 años, por ejemplo, que consume como dos aparatos modernos juntos, merece invertir en algo mejor aunque te cueste un poco más.

Finalmente, si puedes acogerte a[…]Leer noticia completa en la fuente original

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.