Hace unos días leía un artículo que ponía al día de la realidad sectorial del mercado inmobiliario español a corto plazo: El valor real del suelo en España, la antesala de un suicido colectivo.
Y ciertamente lo será si finalmente entra en vigor la reforma de la Ley de Suelo emprendida por el gobierno socialista en el año 2007 (Ley 8/2007 de Suelo de España, que sustituye a la Ley de Suelo y Valoraciones de 1998 -6/1998- y que después según RDL 2/2008 se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Suelo de 2008), por la cual los suelos en cartera se depreciarían si no cuentan con planeamiento aprobado en plazo a partir el 31/12/2011 (plazo de «gracia» de 3 años en medio de una crisis de dimensiones nunca vistas en las últimas ocho decadas), dejando de permitir incluir las expectativas urbanísticas (el conocido como «suelo urbanizable»).
A partir de entonces sólo existiría suelo rustico (implicando depreciaciones de hasta el 90% en algunos solares en fase de desarrollo urbanístico) y suelo urbano. Y se aplicará con carácter retroactivo… de estas penurias regulatorias puede dar fe el sector de las energías renovables, inmerso a día de hoy en una importante crisis por depreciaciones de valoraciones, bajada de ingresos por la capacidad instalada y con importantes incertidumbres sobre el futuro de sus inversiones.
Como bien indicaba el presidente de APIRM,
Históricamente la valoración del suelo se basaba en su clasificación y calificación urbanística, es decir, en su destino y no en su situación real. Por lo tanto la evolución natural de un suelo, urbanísticamente hablando, era que pasara de ser rústico a ser urbanizable –fase que abarca el desarrollo de la planificación, gestión y ejecución de los planes y proyectos de urbanización– hasta que, con todo el cumplimiento de la legalidad vigente y con todas las obras de urbanización ejecutadas, se convertía en suelo urbano.
Con esto se dejarían de ver seguro aquellas operaciones en las que en poco más de un mes se doblaban los precios de compra-venta de solares, pero tampoco sería bueno tener a más de la mitad de las promotoras inmobiliarias en insolvencia.. de las que no han quebrado ya.
Próximamente saldrán a bolsa Bankia y Cívica, y deberas que pese al escenario bursátil adverso creo que es el momento idóneo. En unos meses la cosa puede ser aún peor para el sector.
Les dejo con la reflexión final de Juan Hernández (APIRM)
O volvemos a un sistema que reconozca derechos intermedios consolidados, o nos arriesgamos a meter a nuestro sistema financiero en quiebra, dilapidando todos los esfuerzos realizados. Señores legisladores, decidan. La responsabilidad es única y exclusivamente de ustedes. No ‘nos’ suiciden, por favor.
Artículo elaborado por Management y Finanzas internacional (MyFinanzas) para FinancialRed.