Cuando se desató la crisis financiera, crisis inmobiliaria y crisis de la economía mundial no se sabía que horizonte tenía o cuanto podía llegar a durar, los más aventurados hablaban de dos o tres años.
Cinco años después las noticias no son tan alentadoras y en esto momentos se habla de que tocaremos fondo en el año 2013 y que a partir de ese año comenzaremos a vislumbrar un punto de inflexión al menos en nuestra economía doméstica.
El Sr. Ignacio San Martín, director de Research de BBVA Real Estate dijo en estos días que las ventas de propiedades siguen desplomadas y seguirán cayendo a ritmos del 20%, al menos hasta 2013. Con este panorama sobre la mesa, son muchos los potenciales compradores que han postergado su decisión a la espera de más ajustes de precios, mientras que otros han tomado conciencia de su papel negociador y están ofreciendo importantes descuentos a la baja. Y conseguir una hipoteca hoy en día es una misión realmente complicada, con lo que se dificulta la compra mucho más.
Mientras tanto y hasta el año 2013 (en el supuesto caso de que a partir de este año comience a repuntar nuestra economía) se deben buscar soluciones al importante stock de propiedades en manos de propietarios particulares pero principalmente en manos de los bancos, cajas y entidades financieras, stock que durante 2011 se incrementó un 36%, mientras las ventas caían un 17%. El número total de viviendas vacías en España asciende a 3.091.596, según datos del Censo de Población y Viviendas 2011. Y al parecer esta tendencia irá en aumento debido a la morosidad cada más creciente que registran los bancos españoles, la vez consecuencia de la falta de trabajo y paro cada vez mayores.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre y algunos expertos prevén que las ventas anuales de vivienda rondarán los 230.000 inmuebles (frente a las 700.000 de años anteriores) con los cual los bancos tardarán unos cinco años en deshacerse del stock.
Además hay que tener en cuenta que una vivienda vacía, en manos de un propietario particular o de los bancos que se adjudicaron millares, cuesta una media de 2.043 euros al año consecuencia de los gastos fijos, como por ejemplo el impuesto de bienes inmuebles.
Por todo esto el alquiler de viviendas parece ser una solución sensata tanto económica como socialmente, ya que para una persona que cobra el paro o una ayuda social se le hace materialmente imposible comprar una vivienda y mucho menos hacer frente a los gasto que implica ser propietario, ayudando de esta manera a la reducción del stock inmobiliario español de viviendas vacías.
Otra de las soluciones que se barajan por parte de la banca y el Ejecutivo es volver a atraer la inversión extranjera y especialmente a los inversionistas rusos.
Como sea dar una pronta solución a este gran problema social es de un imperativo acuciante.
Luis A. Cabezas, iAhorro.com comparador de ahorro