Los contribuyentes están obligados a tributar en la declaración de la renta por los beneficios que obtengan de sus inversiones, que de forma general se intengran en la renta del ahorro. La fiscalidad de los productos financieros es bastante similar en casi todos los casos, aunque existen algunas excepciones para planes de pensiones y fondos de inversión , por poner dos ejemplos.
Los beneficios de las inversiones mobiliarias, es decir, aquellas que no tienen que ver con bienes inmuebles, forman parte de lo que se conoce como renta del ahorro y pese a las grandes diferencias que existen entre ellos, la mayoría funciona de forma bastante similar. Sin embargo, sólo por precaución, vamos a repasar la fiscalidad de los productos financieros más utilizados.