Consumo e inversión para la subida del PIB

España deja atrás la recesión, aunque sólo sea de forma técnica. El Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre del año registró un incremento del 0,1% intertrimestral y aunque decrece un 1,3% en tasa interanual según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La parte positiva es que el crecimiento intertrimestral, es decir, entre el último trimestre de 2009 y el primero de 2010, subió dos décimas y es positivo por primera vez desde el primer trimestre de 2008. Es decir, parece que poco a poco se va recuperando el tono económico. Además, el descenso interanual también es mucho menor que el sufrido en 2009, cuando la caída en el primer trimestre fue de 3,1%.

Pero al margen del propio dato, lo más interesante es ver de donde procede esta subida del PIB, que es lo que nos dará una imagen más real de la situación económica del país. En este sentido, la demanda interna ha sido el motor de esta subida y dentro de la misma, el gasto de los hogares y la inversión. En concreto, la contribución negativa de la demanda nacional se redujo casi tres puntos, al pasar de -5,3 a -2,5 puntos, mientras que la demanda externa recortó un punto su aportación positiva, desde 2,2 a 1,2 puntos.

El gasto de los hogares volvió a crecer por cuarto trimestre consecutivo y aunque todavía acumula una caída interanual del 0,6% el ascenso es notable -el anterior trimestre cedió un 3,5%-.  La menor reducción del nivel de empleo ha determinado que la remuneración de asalariados, principal recurso de renta de los hogares, continúe moderando su decrecimiento (del –2,7% al –1,2% en términos nominales en este trimestre).

Por su parte la inversión también creció, aunque como el consumo de los hogares todavía se sitúa en tasas negativas. De esta forma, registró una tasa interanual negativa del -9,9%, frente al -12,9% del trimestre anterior.

El informe del INE también sirve para constatar que la actividad sigue siendo débil pese a la salida de la recesión. De hecho, se registra una caída del empleo medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo del 3,6%. Este resultado supone la reducción de casi 652 mil empleos netos a tiempo completo en un año. Con la excepción de los servicios de no mercado, el nivel de empleo baja en todas las actividades, a escala agregada, si bien se aprecia que este decrecimiento es menor que en el trimestre anterior.

Lo más positivo es que cada vez está más lejano el fantasma de la deflación. Y es que el deflactor del PIB, que mide la evolución de los precios de bienes y servicios, creció un 0,4% en el primer trimestre, seis décimas más que en el trimestre anterior y nuevamente positivo después de dos trimestres en los que registró variaciones interanuales negativas.

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