Ante la crisis económica generada por la pandemia, las familias españolas han sabido adaptarse a la situación y dar mayor importancia a su nivel de ahorro, para no permitir que una situación similar les pille desprevenidos nunca más.
Los datos oficiales nos muestran que, durante el segundo trimestre, el ahorro producido tanto por empresas como por familias en España, aumentó alrededor de un 5%, precisamente en el momento en que la crisis más se agravaba. Durante este periodo, se consiguió ahorrar hasta un total de 1.587 billones de euros.
Volumen record de ahorro
Esto se debe también a que durante ese momento estaba activo el estado de alarma y por ende el confinamiento. De forma que especialmente para las familias resultó más sencillo ahorrar al no poder salir de casa ni realizar actividades de ocio. El ahorro alcanzado batió el récord histórico, alcanzando un 22,5% de su renta disponible, gracias a la reducción de consumo a la que, como ya hemos mencionado, se vieron obligados a realizar.
El Banco de España ha hecho públicas las Cuentas Financieras de la economía española a lo largo del primer trimestre del año, en las cuales podemos observar como los activos financieros netos representan un 135,5%, lo que supone un aumento del 5,5% en comparación con los datos obtenidos en el mismo trimestre en el pasado año 2019.
La buena racha de ahorro de los españoles no decayó al finalizar el segundo trimestre, ya que logró superar los dos billones de euros en este periodo, obteniendo un total de 2,356 billones, más de un 3% de lo obtenido en marzo, pero un 0,59% menos que durante el año anterior.
Respecto a esta última disminución, las razones por las que se ha dado parecen estar claras para los expertos, ya que la achacan a consecuencia de adquirir activos financieros netos por un total de 65.800 millones a lo largo del último año, al mismo tiempo que se sufrían unas pérdidas de casi 90.000 millones, a causa de la llegada de la pandemia.
Por otra parte, donde más dinero destinan las familias españolas al ahorro, fue en efectivo y depósitos, que ocupan un 41% del total. Después nos encontramos con las participaciones en capital, que fueron de un 25%, seguidas por los fondos y seguros de pensiones con un 16% y finalmente las participaciones en fondos de inversión con un 14%.
De esta manera, lo que más hizo aumentar el peso sobre los activos financieros de las familias españolas, fue tanto el efectivo como el uso de depósitos, que supuso un aumento de un 2,5%. Por el contrario, el peso de las participaciones en el capital descendió notablemente.
En cuanto a la deuda bruta de las sociedades no financieras y de las familias, esta se situó al terminar junio en los 1,654 billones de euros, lo que supone un 141,2% del PIB y un aumento de casi un 9% en relación con los datos del pasado año. El aumento del nivel de deuda se debe, en gran medida, a la bajada que ha experimentado el PIB.