Debemos tener en cuenta que uno de los pasos mas importantes y delicados en el ámbito bursátil es saber cual es el momento indicado para comprar una acción, así como también es bastante complicado decidir sobre el momento de la venta de la misma.
En general, mucho tendrá que ver en esta decisión el perfil de cada inversor y la necesidad de liquidez que posea. Detectar el grado de liquidez es muy importante, ya que los ahorradores que necesiten una inyección de dinero probablemente se verán arrastrados a realizar unamala venta, mientras que los que hayan invertido un capital disponible para varios años dispondrán de un menor margen de error.
El tomar una decisión de manera apresurada, puede llevar al pequeño y mediano inversor a que una operación salga mal y quedar enganchados en un valor. En el caso de la venta, hay que evitar tomar una decisión precipitada sobre todo cuando esta en posición de plusvalías.
Una de las herramientas utilizadas para minimizar las pérdidas y maximizar las ganancias, el caso más claro es el de las acciones que se compran a un determinado precio para venderlo después con una ganancia del 5%, 10%, o como mucho del 15%. De acuerdo a este método nunca se obtendrán notables revalorizaciones pero se evitarán pérdidas en cada operación, o caer en posiciones tan peligrosas como las que representa la renta variable en estos momentos, con algunos títulos cuyos precios han descendido más del 80%.
Tengamos en cuenta que la decisión de venta determina larentabilidad o no de una operación y en qué magnitud se va a concretar. Si se trata de un inversor que posee ciertas necesidades económicas, lo recomendable es invertir la mínima cantidad de dinero, en valores seguros y estables que protejan su inversión. Así, en caso de que necesite vender los títulos las minusvalías no serán exageradas, lo que sucedería, con inversiones mayores o con deseos de obtener rápidas ganancias, que pueden inducir al inversor a optar por valores especulativos cuya oscilación en su cotización es del 20% en cada sesión bursátil.
Por el otro lado, quienes posean una mayor capacidad económica tienen mayor tiempo de que su inversión pueda rendir, es decir, que podrán esperar a que la cotización de su valor pueda recuperar el precio de compra, y no sufrir minusvalías en su operación bursátil.
Cualquier otra opción sería malvender los títulos, a no ser que hayan sido recuperados a través de los pagos por dividendo, que suelen ser de entre un 3% y un 10% anual.