¿No se ha podido ir de vacaciones? ¿Su vecino si? No se preocupe, vamos a tratar ayudarle a calcular lo que se ha ahorrado usted este verano que su vecino no ahorrará y a lo que, con vacaciones o sin ellas, habrá de enfrentarse en la cada vez más pronunciada cuesta de gasto de septiembre, que poco o nada tiene que envidiar a la de enero.
Para ayudarle en este cálculo de lo que se ahorra vamos a centrarnos en los gastos principales que se generan en vacaciones, luego, ya es cosa de usted, crúcelos con sus ingresos y sus gastos durante estos meses de verano y, probablemente descubra, que efectivamente no hay devaluaciones, le ha supuesto un ahorro; tal vez no sea un gran consuelo pero menos es nada.
Curiosamente y a pesar de que se han modificado mucho los hábitos de desplazamiento, lo cierto es que los desplazamientos vuelven a ser elementos de mucho gasto durante el verano; el ahorro en billetes de avión, billetes de tren, cruceros en su caso o simplemente el ahorro de gasolina en trayectos en vehículo, seguramente es ampliamente superior a lo que usted se va a gastar en desplazamientos en la ciudad durante el mismo período de tiempo. Ya podemos comenzar a calcular.
El segundo punto de ahorro obviamente va a estar en la comida. Que no le engañen, a pesar de que efectivamente hoy en día procuramos apañar las vacaciones como sea, y salimos mucho menos a comer fuera en este período, lo cierto es que el gasto en comida durante las vacaciones es muy superior al que podemos hacer en nuestro propio hogar; a ello contribuye por supuesto el mismo hecho de encontrarnos de vacaciones y la relajación que eso conlleva (también en el control de gastos) como el hecho de manejarnos en entornos menos conocidos cara a las compras con lo cual no ahorramos lo que podemos ahorrar en casa; tal vez de media no sea un gasto tan superior como podía ser antes pero sin duda un gasto también a tener en cuenta. Sigamos calculando
La parte del león de estos gastos por regla general va a estar asociada al alojamiento, es cierto que, como decía el anuncio de una bebida refrescante, estamos volviendo al pueblo, pero esa todavía no es la media de las vacaciones del español, que gasta una media de 800 € por entre 5 y 6 noches de alojamiento, algo que desde luego estando en casa no vamos a gastar.
Por otro lado, no debemos olvidarnos de otro de los gastos menos controlados del verano como es el ocio, un gasto que no se tiene tanto en cuenta, que desde luego no se prevé como los tres anteriores, pero que al final se lleva una parte importante del total de gastos en vacaciones.
imagen: pixabay.com
¿Y cuánto si dejo de vivir ahora? ¿Y cuánto si adoro el dinero? ¿Y para qué?
¿Lo pondré en la lápida?
Gastemos en vida, luego no podremos.
Tambien se ahorra uno la depresion post-vacacional, que puede ser quiza el mejor de todos los ahorros.
¿Cuánto ahorras si dejas de vivir?
Yo quiero morirme y asi no gastaré nada.
Dime tú para que trabajamos si no podemos conocer otros lugares?
Eso, eso, ahorremos para que el día de mañana nos de un ictus o nos pegue un infarto, y tengamos mucho dinero ahorrado para que luego nuestros hijos nos metan en una cutre residencia y ellos se queden con el dinero que hemos ahorrado por no salir, por no gastar, por no viajar; y ellos tan felices.
Leo los comentarios de los que dicen qué se ahorran si dejan de vivir y me acuerdo de los que se quejan de la crisis pero no se privan de irse de vacaciones a la playa. Menos quejarse y más ahorrar, y si no te da para irte de veraneo te aguantas.