Aunque es cierto que aún queda parte de 2021, el año se acaba y la llegada de enero trae consigo la legendaria cuesta de enero. ¿Pero de verdad existe esta cuesta? Analizamos algunos mitos y también algunas verdades al respecto.
Lo primero será ponernos de acuerdo en lo que consideramos cuesta de enero. El concepto generalizado es que se trata de un periodo del año en el que, debido a los gastos realizados durante el mes de diciembre y al reajuste de nuevos gastos para el año que entra, la economía personal atraviesa dificultades.
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¿De dónde viene el concepto cuesta de enero?
Como suele pasar con muchas expresiones populares no hay un acuerdo explícito de los orígenes, aunque, la época de desarrollo acelerado de la primera parte del siglo XX parece más que probable una de estas presión y concepto.
Hay que señalar que, aunque está muy instalada en España, también es una expresión que por extensión se utiliza en países latinoamericanos.
El origen del concepto se basa en dos claves que son por las que deberíamos medir su impacto en la actualidad:
- El aumento de precios y la revisión de contratos y acuerdos que entran en vigor con el cambio de año
- El exceso de gasto que supone la navidad
Con respecto al aumento de precios con el cambio de año hay algunos mitos, pero también algunas verdades. Realmente en la actualidad el impacto que supone la modificación de precios de suministros con el cambio de año no es tan directo como ocurría en nuestro país antaño cuando estas modificaciones no se producían de manera continua a lo largo de todo el año.
Un buen ejemplo lo vamos a tener en el precio de la luz.[…]Leer noticia completa en la fuente original