La banca se enfrenta al dilema de tener que mejorar su cuenta de resultados antes de fin de año. La débil situación económica que atraviesa nuestro país, ha provocado grandes agujeros en las cuentas de resultado de la banca, dado que no sólo hay una menor actividad económica en general, sino también se ha producido un incremento de la morosidad y un mayor encarecimiento de la liquidez.
Estos maravillosos depósitos que vemos al 4% o al 5%, y que todos los que tenemos la oportunidad buscamos aprovechar, significan para las entidades un coste difícil de soportar.
No sólo han optado por reducir los costes, sino que bancos y cajas se ven “obligados”, a incrementar el coste de los créditos y subir las comisiones cobradas por sus productos y servicios en un intento desesperado por mejorar su eficiencia.
De esta forma vemos, que en el último tiempo las entidades han comenzado a subir los tipos de interés que aplican sobre sus préstamos hipotecarios a tipo fijo. Asimismo, se ha producido en muchos casos el incremento en los diferenciales aplicables a las hipotecas a tipo variable, o bien un aumento de los requisitos de vinculación exigidos para acceder a estos préstamos. Este último punto, sin duda, deriva en un encarecimiento del producto final, por los costes asociados a los productos que nos obligan a contratar.
A la hora de conseguir un crédito, el público español, se encontrará cada vez más con el gran problema de las discriminaciones que las entidades efectúan entre clientes buenos y menos buenos.
Los primeros, sin duda, recibirán propuestas a costes tentadores, para atraer y captar a estos clientes que son cada vez más difíciles de encontrar.
Algunas entidades aún se encuentran al acecho, y luego de subir el coste de los créditos en el mes de junio y coincidiendo con la sequía de los mercados para obtener liquidez, ahora optan por aguardar el comienzo de 2011 para elevar los tipos de interés aplicados a sus préstamos, tanto personales como hipotecarios.
Los bancos y cajas tienen a la mano un sinfín de argumentos para aplicar estas subas. Desde el aumento del riesgo, hasta el desequilibrio que provoca captar a tipos altos y prestar con diferenciales bajos.
Sin embargo, la situación del español medio se complica cada vez más al no encontrar nuevas soluciones para viejos problemas, la banca pretende compensar la caída del negocio, no con nuevas estrategias sino con el castigo al consumidor promedio…