Mucho se ha hablado sobre este tema: ¿que es más conveniente, invertir en un fondo de inversión tradicional o en un ETF o fondo cotizado? Depende quien responda esta pregunta, seguramente le darán distintas respuestas.
Desde Financial Red queremos acercarle toda la información acerca de esta pregunta, para que usted saque sus propias conclusiones según sea su conveniencia. De esta manera, le expondremos las ventajas e inconvenientes de cada producto de inversion.
La realidad indica que mientras el patrimonio mundial de los fondos de inversión tradicionales se achica año tras año, los fondos cotizados ganan más y más participaciones a lo largo del tiempo. El crecimento que está experimentando el mundo de los ETFs no tiene freno y prácticamente de ha multiplicado por 4 en los últimos 2 años.
Comencemos por los fondos cotizados. Los ETFs son unos instrumentos que permiten invertir tomando exposición a diferentes mercados, activos o sectores de manera diversificada y al menor coste. Algunos aspectos importantes y ventajas de los ETfs son:
- Permite la diversificación de la inversión de manera muy sencilla: la mayoría de los inversores conocen el riesgo de poner todos los “huevos en una única cesta”. Esa es la razón por la que es fundamental diversificar a la hora de invertir. En este sentido, y al replicar un determinado indice o sector industrial comprando tan solo una sola participacion del fondo, la diversificacion es menos costosa, más eficiente y más flexible que cualquier otra manera de inversión en una “cesta de valores”.
- Menores Comisiones: cada que vez que ahorre dinero en comisiones de gestión y gastos de operativa, el inversor va a obtener una mayor proporción de sus beneficios.
- Operaciones en tiempo real: el inversor de un ETF es capaz de vender al precio que quiere, ya que no tiene que esperar a un precio de cierre que puede haber caído varios puntos porcentuales por el cierre del mercado, sino que puede realizar operaciones de compra-venta de participaciones en tiempo real, en cualquier momento del mercado.
- Sencillez en la operatoria: cualquier inversor puede pasar las horas que quiera tratando de seleccionar 10 o 20 acciones. Sin embargo, con toda probabilidad, no conseguirá superar la rentabilidad de cualquier índice bursátil de referencia suficientemente diversificado. En este sentido, la inversión en ETFs replica de manera casi exacta un determinado índice
- Mayor Flexibilidad: una de las principales ventajas de los fondos cotizados es que el inversor puede elegir entre cualquier activo, índice, mercado, estilo de gestión, sector o capitalización. Además, existe la capacidad de poder comprar o vender los ETFs a cualquier punto en el día de negociación, sin esperar al cierre del mercado.
Si bien existen muchas similitudes con los Fondos de Inversión tradicionales, estos últimos no poseen el mismo nivel de ventajas que los ETFs. Claros ejemplos de ello es que es muy difícil que un fondo de inversion tradicional cuente con la diversificacion de la inversión tal como lo hace un ETF. Por otra parte, cuentan con una menor flexibilidad y en cuanto a la liquidez, esta depende del broker que lo ha contratado. Hemos visto casos como el Santander Banif Inmobiliario cuya liquidez ha sido cortada luego del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Aquí es importante saber acerca de las garantías de los fondos.
Tanto los Fondos de Inversión como los ETFs carecen de cualquier garantía de no pérdida de los activos, como si la cuentan los depósitos e imposiciones a plazo fijo. No existen inversiones garantizadas. Si toda la bolsa de valores cae también caerá el valor de las acciones que tenga el Fondo de Inversión o el ETF, y de esa manera caera el valor de las participaciones, sin importar qué tan bien balanceado o diversificado esté.
Otro punto en común es con respecto al riesgo. Cuando se invierte en un Fondo de Inversión, se está dependiendo de que los profesionales a cargo del mismo tomen las decisiones correctas. Si éste no es el caso el inversor no estará ganando tanto dinero como había calculado e incluso puede llegar a perder un poco. En este sentido, recuerde que invierten en los mercados de capitales, donde siempre existe ese riesgo y esa es una de las razones por las cuales también existe la posibilidad de una gran ganancia. Recuerde lo que toda letra chica de folletos bancarios dice: «rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras».
Donde si hay notables diferencias es en el costo de las comisiones, donde los ETFs son los reyes a la hora de conseguir invertir en una cesta de valores al menor coste. Para graficar esta situación, digamos que el promedio de gasto anual para un fondo de inversión de renta variable es de 1,2%, mientras que en los ETFs el rango esta entre 0,10% y 0,65%.
Un ejemplo más claro es que nos informan distintos brokers de ETFs, diciendo que los fondos de inversión tradicionales que replican el S&P500 tienen unas comisiones de 0,30%. Sin embargo, los ETFs equivalentes que son el Amex Spider (SPY) y el iShares S & P 500 tienen un coste 0,12% y 0,09% respectivamente.
Pagar menos comisiones significa ganar más. Y en este sentido, existe un claro ganador en esta puja. Creo que usted ya sabe cual es, y para no influir en su juicio, dejaremos el final de este articulo abierto…