Podríamos decir que esta crisis -que tiene como unico precedente la caída de Wall Street hace más de 80 años– ha sido producida por el descomunal hambre de dinero de los bancos. El apetito por el vil metal ha logrado que todos (bancos, sociedades de inversion, grandes y pequeños inversores) tomen riesgos de tal magnitud que podría acarrearles su misma desaparición.
La explosión de esa burbuja financiera ha dejado muchos en la ruina, pero no a todos los culpables. De hecho, la teoria del «demasiado grande para caer» se está cumpliendo, y los mayores culpables de la crisis, esto es, los grandes bancos, siguen como si nada. La idea de salvar ese tipo de empresas viola el principio según el cual son los mercados los encargados de juzgar qué compañías se deben hundir y cuáles deben salvarse. El único que se ha quedado en el camino fue Lehman Brothers, pero la corporación del mercado ha demostrado que los gobiernos no deben cometer ese error dos veces, ya que estos son rehenes de los grandes inversores, que sin duda pueden atacar y voltear a cualquier país del mundo.
La razon por la cual no se debía permitir que cayesen los grandes bancos mundiales es a causa del caos que crearían en la economía en general.
Sin embargo, el mundo ya está cansado que unos pocos manejen casi todo el dinero de mundo, y por ello, algunos gobiernos intentan aumentar la regulación de los bancos, para que esta crisis no se repita en 5, 10 o 20 años. Pasado el peor momento de la crisis, la atención se vuelve ahora hacia los posibles medios de control de esas organizaciones gigantescas sin con eso incentivar comportamientos más arriesgados.
Algo está cambiando en el mundo. En estos días se ha conocido que Estados Unidos demandó a Deutsche Bank por mentir repetidamente sobre la calidad de sus hipotecas para ser incluidos en un programa para que fueran aseguradas por parte del Gobierno.
La demanda de EEUU asegura que hasta 2009, MortgageIT (entidad hipotecaria que fue comprada por Deutsche Bank en 2007) endosó 39.000 hipotecas, con un principal de más de 5.000 millones de dólares, para que fueran aseguradas por la FHA (Federal House Administration). Según la información, el banco sacó beneficio de la reventa de estas hipotecas a través de instrumentos financieros más complejos, a pesar de que miles de propietarios se enfrentaban a impagos y embargos.
La operatoria ha sido bien simple: MortgageIT generaba una hipoteca sin garantías (las llamadas hipotecas subprimes) y mentía al FHA para que fueran aseguradas por el Gobierno. Una vez realizado esto, Deutsche Bank generaba nuevos instrumentos financieros avalados por estas hipotecas, que al estar aseguradas por la FHA gozaban de la máxima calidad crediticia. Esto generaba a su vez que estos instrumentos financieros tengan, al menos en los papeles, bajo riesgo, a pesar que los derechos reales que los avalaban (las hipotecas subprime) tenían un gran riesgo de impago. Precisamente, esto fue lo que ocurrió, y desmoronó todo ese edificio de naipes generado por el Banco.
Ahora, el Gobierno de Estados Unidos ha tenido que pagar más de 386 millones de dolares por reclamaciones sobre estos seguros, y espera tener que pagar cientos de millones más. Y lo peor de todo es que esta operatoria se tornó casi generalizada entre los grandes bancos del mundo. Deutsche Bank ha sido el primero en caer, pero es de esperar que se persigan a otras entidades.
Si bien en España no han existido las hipotecas subprime, lo cierto es que la crisis le ha pegado al país más que a nadie en Europa, produciendo una tasa de paro en niveles records, lo que ha logrado que el nivel de impagos de las deudas de los ciudadanos (en particular, las hipotecas) se dispare poniendo en riesgo la solvencia de las entidades.
Sin embargo, la cámara de diputados esta despertando del letargo y acaba de aprobar por unanimidad crear una subcomisión para estudiar los «elementos de mejora» en el sistema hipotecario español y particularmente, respecto a aquellas condiciones que puedan ser consideradas abusivas, tal como el suelo de las hipotecas y otras cuestiones.
Pero lo que mayor expectativa genera es la posibilidad que el Congreso avale con una ley las diversas sentencias de juzgados que establecen que la implantación de un sistema de dación en pago para que los préstamos hipotecarios puedan saldarse sólo con la entrega de la vivienda.
Si bien esto está muy verde, una iniciativa de este estilo pondría un dejo de justicia a todos aquellos hipotecados que, al no poder pagar su crédito, se quedarían no solo sin su casa sino con una deuda extremadamente onerosa para toda su vida.
En fin. ¿El mundo estará cambiando? ¿O solo es mquillaje para que las grandes corporaciones financieras sigan haciendo dinero a costa de los ciudadanos?