El clamor de las autoridades españolas para que el BCE compre deuda española y apague el incendio de la prima de riesgo no parece que vaya a dar resultado. Pero eso no significa que las autoridades europeas vayan a quedarse de brazos cruzados. Al menos eso es lo que ha insinuado hoy el directivo del Banco Central Europeo y gobernador del Banco de Austria, Edwald Nowotny quien se ha mostrado abierto a otorgar licencia bancaria al fondo de rescate de la UE. Con esta decisión se permitiría al fondo de rescate aumentar su potencia por encima de los 500.000 millones de euros ya que podría financiarse a través del Banco Central.
«No hay que ponerse demasiado nerviosos sobre movimientos a corto plazo, sino orientarse hacia el medio y largo plazo. Yo personalmente no soy amigo de intervenciones «ad hoc»», ha dicho el representante del BCE en una entrevista a Bloomberg televisión al ser preguntado por la reactivación de la compra de deuda.
«Creo que el BCE ha ganado mucha credibilidad siguiendo una política estable. No hay que hacer cambios abruptos o movimientos muy rápidos», ha alegado.
«La política monetaria por sí sola no puede resolver los problemas que tenemos. Hay un papel muy fuerte para la política presupuestaria, tanto a nivel de los Estados como de la UE», ha insistido.
Nowotny ha resaltado además que la UE ya ha intervenido para ayudar a España con el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros. «Lo primero es hacer que las decisiones tomadas funcionen, eso lleva tiempo pero ya está en marcha. Ya se ha abierto el camino para una intervención eficaz en España», ha explicado.
El representante del BCE ha señalado que es importante que el fondo de rescate permanente se ponga en marcha «lo antes posible», como muy tarde a finales de septiembre o principios de octubre. Y no ha descartado que se le otorgue licencia bancaria.
«Creo que hay argumentos a favor de esto», ha sostenido Nowotny. «Hay también otros argumentos, pero hay una discusión en marcha», ha explicado, aunque ha dicho no ser «consciente de que haya discusiones concretas dentro del BCE en estos momentos».
El representante austríaco ha indicado que espera que en los próximos meses «la inflación baje pero que no haya una experiencia deflacionaria».