Este final de semana está siendo de verdadero vértigo para el sistema financiero español en general y para la reestructuración del sector de cajas de ahorro en particular.
Con una prima de riesgos en máximos y una desconfianza manifiesta en el sector financiero, salir a cotizar es, cuando menos, un ejercicio de coraje o locura considerable.
Pero el Banco de España no perdona, y si querían evitar la nacionalización parcial (entrada del FROB en el accionariado), tanto Bankia como Banca Cívica tenían que salir a Bolsa. La razón es sencilla, que el mínimo de core capital que se les exija sea del 8%, y no del 10% que se exige a los SIPs si no tienen inversores externos.