Como los políticos ya no saben por donde recortar, la última moda que parece haberse extendido a todas las Comunidades Autónomas es recortar en educación, o mejor dicho, más que en educación en profesores, de manera que mediante un ligero incremento de las horas lectivas de cada profesor contratado se espera no tener que contratar otros tantos.
Esta medida tiene una doble vertiente y desde esos dos puntos de vista debe de ser analizada si se quiere sacar una conclusión más o menos rigurosa, sin caer en la demagogia barata de decir que no a estos recortes por el mero hecho de tener que ver con la educación.
Por un lado, y desde el punto de vista de la Administración, es lógico pensar que en unos momentos de tantas dificultades económicas se esté intentando recortar los gastos en sueldos y salarios. Para ello se puede recortar en salario, propiamente dicho, o incrementar en jornada laboral, y lo que se está proponiendo desde diferentes gobiernos autonómicos es lo segundo, incrementar jornada laboral.