Un nuevo colectivo de ciudadanos se ha quedado en paro en su totalidad, se trata de los pitufos. No me refiero a aquellos seres azules que inundaban las pantallas de cine huyendo del pérfido Gárgamel, y sí a esos individuos que se dedican a ingresar en los bancos el dinero negro procedente de actividades ilícitas en cantidades suficientemente pequeñas como evitar las sospecha de Hacienda y que reciben ese nombre en la jerga del mundillo del blanqueo de capitales. Por Pilar Blázquez.
(Foto: Pere Prlpz, creative commons)
Tras la ley publicada el lunes 4 de junio en el Boletín Oficial del Estado sus servicios no van a ser necesarios. Escuchaba esta mañana en la radio que una tertuliana no podía creer a su colega de charla cuando este le decía que ahora en España cualquiera puede venir a blanquear dinero sin problemas, incluso los traficantes de droga. “No puede ser”, decía ella. “Hacienda controlará ese origen de alguna manera”. Pues no, siento decirle a mi colega periodista que que su interlocutor estaba en lo cierto. Para ella, y para quien le interese aquí está el suculento texto de Boletín Oficial del Estado publicado ayer, que no tiene desperdicio y que borra de un plumazo aquellos esfuerzos de principios de año, para controlar la economía sumergida.
Con esta legislación en marcha, España ha colgado el cartel de: Aquí de aquí se lava dinero y además gratis. Porque seamos realistas, lavar dinero negro se ha lavado siempre y sin demasiados problemas. Recuerdo un post de Remo, en el Blog Salmón, que se titulaba Cómo blanquear 450.000 euros sin despeinarse. En él se refería al descontrolado sistema de módulos, pero claro la estrategia requería una inversión, aunque fuera mínima. Ahora no. Ahora sólo hay que ir al banco, ingresar una saca de billetes y firmar un papelito en el que le digamos a Hacienda que le “juramos por Snoopy o por quién sea” que ese dinero lo teníamos debajo del colchón desde antes del 31 de diciembre 2010. Tan simple como eso. O más, porque el real decreto no contempla pedir explicaciones de ningún tipo sobre el origen del dinero, hasta el 30 de noviembre de 2012. Además, ni siquiera es necesario que el propietario del dinero haga la gestión en persona, sino que puede enviar a un abogado o intermediario para evitar cualquier otro riesgo. No habrá preguntas sobre el cuándo, ni el cómo se consiguió amasar esa pequeña o gran fortuna.
Y ello con trato de favor incluido. Los impuestos que habrá que pagar, sea cual sea el montante total del dinero blanqueado, sólo serán del 10%. Conviene recordar que los intereses de las cuentas bancarias o de cualquier inversión están grabados con un 19% y el tipo más bajo en el Impuesto de la Renta, desde la última subida, supera el 24%.
Sería interesante ver el flujo de nuevos ingresos en entidades financieras de la Costa de sol con tanto capo de las mafias internacionales rondando por allí. Igual es en ellos en los que piensa el Gobierno cuando dice que con esta medida pretende hacer aflorar 25.000 millones de euros, para recaudar 2.500 y bajar así el déficit público.
Pero la verdad, es que escuchar todo esto mientras se hacen los cálculos para la Declaración de la Renta invita a pedirle al jefe que nos adelante el sueldo de todo el año, ingresarlo en el banco a cambio de pagar sólo el 10% de impuestos y , además, invertirlo es deuda pública con un atractivo 5% de interés, ¿no? Que algo bueno tendrá que tener esto, de que la prima de riesgo esté desbocada.
La verdad es que ya no se que creer, todos sin excepción estamos de alguna manera quebrados por la situación económica, el problema es que hay muchas personas que se aprovechan de esa cituacion y resultan estafando a los demás lo único que puedo decir es que si uno tiene el interés de hacer las cosas hay que hacerlas bien sin engaños ni mentiras es mejor pedir que robar y siendo sincero y hablando la verdad a uno le va bien en la vida, por eso ojo amigos tengan cuidado de los timadores que ellos están peor que nosotros por sus malas movidas.