Todo el mundo se ha acostumbrado a un “Made in China”. Productos y artefactos de toda clase y tamaño son fabricados en el gigante asiático, con la particularidad de tener precios más baratos y una capacidad de producción inigualable y exportandolos a cada país sobre la tierra. Pues bien, quizá esos tiempos de fabricación china del tipo “mucho y barato” esté llegando a su fin.
Al tiempo que los trabajadores estadounidenses luchan contra un 10% de desempleo, y aquí cerca, en España, más del 20% de la población está en paro, China enfrenta un déficit de mano de obra cada vez más agudo y nunca visto.
Esto es así a tal punto que en Guangzhou, corazón industrial de China, los trabajadores no calificados reciben ofertas de trabajo en la calle, para comenzar de inmediato y con ofrecimiento de bonos salariales en el acto.