El paro y la inestabilidad laboral jaquean a España. En medio de estos inconvenientes el Gobierno ha propuesto la posibilidad de aplicar el modelo laboral austriaco, que según el ejecutivo, fomentará la estabilidad del empleo y la movilidad “sana”.
Esta reforma laboral austriaca se aplicó en 2002, y pretende instaurar en España la creación de un fondo empresarial para cada trabajador, que se abonaría en caso de despido. Sin embargo, ese dinero que es complementario a la prestación que se cobra por desempleo, en caso de no gastarse se lo llevará el trabajador a su nueva empresa a lo largo de su vida laboral.
Entre las medidas que se debaten en torno a la reforma laboral aparece la extensión del contrato de fomento del empleo estable (la indemnización por despido es de 33 días, en lugar de los 45 de un ordinario fijo). Cabe recordar que este contrato se utiliza para los jóvenes de entre 18 y 29 años, en caso de los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los minusválidos.
Según el Ministerio de Trabajo, la intención es ”abaratar la media de los despidos” aunque no tiene pensado una indemnización inferior a 33 días.
El Gobierno propone para los nuevos contratos de fomento de la contratación indefinida que se, valore la posibilidad de aplicar, con carácter transitorio y excepcional, la “exención” de una parte de los costes extintivos de los despidos colectivos y objetivos, “sin afectar a los derechos de los trabajadores”.
En cuanto a la contratación parcial, el Ejecutivo sostiene que una buena medida es que se elimine la posibilidad de realizar horas complementarias.