Es cierto que en este espacio nos ocupamos realmente de manera continuada de aquellas cuestiones que tengan que ver fundamentalmente con la búsqueda de empleo. Sin embargo no resulta menos cierto que en un momento en el que buscar trabajo resulta ciertamente una labor muy dificultosa y quien posee un puesto de trabajo realmente posee algo que cada vez se asemeja más a un bien escaso, resulta interesante acercarnos también a determinadas situaciones que, en este caso desgraciadamente, se suceden con mucha frecuencia.
Una de estas situaciones sin duda es la relativa a los retrasos e impagos de los salarios de los trabajadores. No pensemos que estamos ante una situación poco común, de hecho, estos dos elementos, los retrasos e impagos, desafortunadamente se han convertido también en una parte del panorama de nuestro mercado laboral actual, y una parte para la que no todos los trabajadores conocemos las respuestas que debemos emprender de manera general.
Obviamente ante una situación de estas características hay muchas cuestiones primarias por considerar, cuestiones que tienen que ver con el propio conocimiento del desarrollo y funcionamiento de la empresa, como si se trata de actitudes reiteradas fruto de elementos externos al desarrollo de la empresa, o, en definitiva, todo aquello que ayude a realizar una composición de lugar correcta con respecto a la situación.
Sin ninguna duda una situación de impago salarial continuada del tiempo acarrea un perjuicio tremendo a quien la sufre, no debemos olvidar en este caso el trabajador ha de seguir en principio prestando sus servicios laborales, servicios por los que no está percibiendo su salario con la correspondiente situación de trabajar y no cobrar.
Ciertamente en la gran mayoría de los casos la primera reacción del trabajador es la espera a la normalización de la situación, es sin duda una actitud muy humana ya que nadie desea pensar en lo que puede suponer el sostenimiento de la situación o en el conflicto en el que puede devenir dicha situación, sin embargo, realmente nos encontramos ante una cuestión que no debe de ser sostenida en el tiempo sin movimiento por parte de quien la sufre, ya que, este tipo de situaciones enquistadas tienden a resoluciones complejas en las que, con mucha probabilidad, el trabajador tenga más que perder a ganar.
Sin duda como todos sabemos nos encontramos ante una situación denunciable ante la inspección de trabajo, pero, una vez constatada y denuncia la situación de impago hay varias acciones en paralelo que el trabajador puede emprender, desde la propia reclamación ante la jurisdicción social de lo adeudado, a lo que se puede integrar un recargo por mora, hasta la propia solicitud de rescisión de contrato de trabajo que, demostrada la situación, puede devenir en una rescisión con derecho a indemnización equivalente al llamado despido improcedente, debemos saber que esta acción puede perfectamente sumarse a la anterior.
Imagen 1 y 2: blech flickr creative commons // blumpy flickr creative commons